El reflejo metabólico de la musculatura respiratoria como factor limitante del rendimiento deportivo

Numerosos
estudios parten ya de la base de que la fatiga ventilatoria, que es la
imposibilidad de los músculos respiratorios de alcanzar una presión preural
dada (Chicharro, 2010), está considerada como factor limitante del rendimiento,
especialmente en disciplinas que requieren de una resistencia aeróbica
importante (maratón, remo, natación, triatlón…). Sobre esta
cuestión, se buscan evidencias que indiquen si realmente existen metodologías
que mejoren el rendimiento
deportivo
en disciplinas,
pruebas o esfuerzos concretos, más allá de los beneficios que puedan
representar para la salud y fitness general.

En este sentido,
uno de los factores limitantes en los que van a centrarse próximos estudios es
en determinar la influencia concreta del Reflejo Metabólico de la Musculatura Respiratoria (RMMR) en
diferentes casos.

El RMMR lo
inicia la fatiga de la musculatura respiratoria, que a través de las vías
aferentes III y IV alcanza el nivel supraespinal, provocando una respuesta
simpática por vasoconstricción de la musculatura periférica locomotora, que
intensifica la fatiga de la musculatura
activa e incrementa también la percepción de esfuerzo, contribuyendo a la
limitación del rendimiento ligado al ejercicio intenso de tipo aeróbico. (Romer
y Polkey, 2008).

En el rendimiento
aeróbico
, la demanda energética TOTAL no es un factor limitante
(Santalla, 2009), siendo la producción de energía en el tiempo dado el
determinante de esa fatiga. El “metaboreflejo” muscular respiratorio induce una
serie de mecanismos por los que la fatiga muscular respiratoria puede afectar a
la tolerancia al ejercicio (Chicharro, 2010, Santalla 2010, Romer y Polkey
2008), incurriendo en una serie de interacciones cardio-respiratorias:

A nivel Pulmonar:

  • Fatiga por contracción del diafragma y los músculos
    accesorios de la respiración.
  • Aumento de los reflejos activados por los metabolitos.
  • Aumento de la descarga aferente (vías III y IV).

A nivel Muscular:

  • Aumento de la descarga eferente simpática.
  • Aumento de la vasoconstricción de miembros.
  • Disminución del transporte de Oxígeno.
  • Aumento de la fatiga de los músculos locomotores.
  • Aumento de la percepción del esfuerzo.

En un
experimento llevado a cabo con ciclistas (Fischer, 2013), se les indujo a un
metaborreblejo con isquemia muscular post ejercicio, indicando que el aumento
de la frecuencia cardiaca y la retirada parcial del tono parasimpático
cardiaco, se atribuye principalmente a un aumento de la actividad cardiaca
simpática, y sólo después del ejercicio con grandes masas musculares.

Hablamos de
musculatura respiratoria (y su mecánica); de Sistema Nervioso Autónomo, Sistema
Nervioso Central y de la regulación cardiovascular en humanos. Una revisión de
Douglas R. Seals planteaba si el RMMR representaba el “Robin Hood” del
organismo para los músculos locomotores (Seals, 2001), determinando que dicho
reflejo puede tener como objetivo fundamental la entrega de oxígeno a los
músculos respiratorios, lo que garantiza la capacidad de mantener la ventilación pulmonar, una regulación
adecuada de los gases en el flujo arterial y el pH y homeostasis orgánica
general. El reflejo es considerado como “órgano vital” responsable de apoyar la
función pulmonar y la perfusión de los músculos respiratorios, sobre todo
durante los estados fisiológicos en los que hay competencia por el gasto cardíaco, como ocurre en el
ejercicio a intensidades máximas y submáximas. Todo ello tiene prioridad sobre
los músculos del aparato locomotor.

Por lo general,
para entrenar este fenómeno en el deporte, buscaremos situaciones de entrenamiento o competición en las
que normalmente va a existir una lucha entre los músculos respiratorios y los
músculos locomotores por el flujo sanguíneo. Determinar esto no es tan
sencillo, pues depende también de la intervención del sistema nervioso central,
que incidirá sobre algunas respuestas fisiológicas y psicológicas, como la
propia percepción del esfuerzo. Generalizando, podemos decir que hacer foco
sobre el reflejo metabólico comprometería a la vez los músculos (respiratorios
y locomotores) en un esfuerzo máximo o submáximo, más bien relacionado con la
capacidad aeróbica. Nuestra recomendación pues, mientras se derivan nuevas
evidencias, es trabajar situaciones reales de competición, habiendo seguido
previamente ciclos de entrenamiento muscular respiratorio, pues parece ser que
mejora el rendimiento físico aeróbico.

Autor: Germán Monterrubio Fernández

Licenciado en
Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.

www.fermentourbano.com

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REFERENCIAS

  • SEALS, DR.
    (2001). Robin Hood for the Lungs? A respiratory metaboreflex that “steals”
    blood flow from locomotor muscles. J Physiol. 537(Pt 1):2
  • FISHER, JP y otros (2013). Muscle metaboreflex
    and autonomic regulation of heart rate in humans. J Physiol. 591.15 pp
    3777–3788 3777
  • ROMER, LM y POLKEY, MI (2008). Excercise-induced respiratory muscle fatigue: implications for
    performance. J App Physiol. 104 pp
    3879 3888
  • SANTALLA, A (2010). Presentación Programa Alto Rendimiento. Fundamentos
    Fisiológicos del Rendimiento Deportivo. S.E.
  • LÓPEZ CHICHARRO, JL (2010). Presentación Fatiga Muscular Respiratoria
    inducida por el ejercicio: implicaciones en clínica y rendimiento.
  • HAJ GHANBARI, B. et alt. (2012) Effects of respiratory muscle training on
    performance in athletes: a systematic review with meta-analyses. J. of
    Strength & Conditioning Research.
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