Fundamentos fisiológicos de la variabilidad de la frecuencia cardíaca

Uno de los métodos más utilizados para el control del entrenamiento y las adaptaciones ha sido el registro de la frecuencia cardíaca (FC). Aunque basarse solo en la medición de la FC tiene sus limitaciones ya que depende de múltiples factores, su fácil medición de forma no invasiva hace que haya sido y siga siendo de los métodos más utilizados.

El control por parte del organismo de la FC viene dado por el Sistema Nervioso Autónomo (SNA, más sobre la recuperación del sistema nervioso autónomo aquí). A nivel cardiovascular el SNA afecta al bombeo cardíaco, la redistribución del flujo sanguíneo y el control de la presión arterial (García-Manso, 2016). El SNA se divide en dos subsistemas:

  • El sistema nervioso simpático (SNS) es el responsable de los cambios en la frecuencia cardíaca debidos al stress físico y mental. El SNS es responsable de aumentar la frecuencia cardíaca liberando adrenalina y noradrenalina (Gil-Rodas et al., 2008).
  • El sistema nervioso parasimpático (SNP), en cambio, es el responsable de disminuir la frecuencia cardiaca liberando acetilcolina. El SNP gestiona los cambios reflejos de la frecuencia cardíaca debidos a señales procedentes de los barorreceptores arteriales y del sistema respiratorio (Gil-Rodas et al., 2008).

A pesar de lo que pudiéramos pensar, en una persona sana el tiempo que transcurre entre latido y latido es variable, no es fijo, y esto es lo que conocemos como variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC o HRV en sus siglas en ingles) o HRV en sus siglas en ingles). La VFC se define como la variación de la frecuencia del latido cardíaco durante un intervalo de tiempo definido con anterioridad(Gil-Rodas et al., 2008). La forma más habitual de medición de la VFC es midiendo la variabilidad del tiempo (en milisegundos) entre las ondas R de un electrocardiograma (Imagen 1) (Gil-Rodas et al., 2008), aunque actualmente muchos modelos de pulsómetros y aplicaciones móvil conectadas a un pulsómetro ya realizan esta medición acercándola al día a día del deportista.

La VFC es el balance de la acción del SNS y el SNP. La variación de ambos parámetros producen un efecto sobre el ritmo cardiaco (Acharya et al., 2006). El dominio de uno de estos dos sistemas sobre el otro hace variar la frecuencia cardiaca y la VFC. Un dominio del SNS hace aumentar la FC y disminuye la VFC, mientras que un dominio del SNP hace disminuir la FC y aumentar la VFC.

A la hora de analizar la VFC tenemos varios parámetros a partir de los cuales podemos obtener información en base al dominio temporal:

  • RRSD: es la desviación estándar de todos los intervalos RR del periodo medido. Es un indicador independiente de las frecuencias para definir el concepto de la variabilidad total. De todas maneras, hay que tener en cuenta el valor de la frecuencia cardiaca para evitar evaluaciones erróneas de esta variabilidad (si es limitada o no) (Gil-Rodas et al., 2008).
  • RMSSD: es la raíz cuadrada del valor medio de la suma de las diferencias al cuadrado de todos los intervalos RR sucesivos. Este parámetro informa de las variaciones a corto plazo de los intervalos RR y se utiliza para observar la influencia del SNP sobre el sistema cardiovascular. Se asocia directamente a la variabilidad a corto plazo (Gil-Rodas et al., 2008).
  • pNN50: porcentaje de los intervalos RR consecutivos que discrepan en más de 50ms entre sí. Un valor elevado de pNN50 nos proporciona valiosa información acerca de las variaciones altas espontáneas de la frecuencia cardiaca.
  • SDANN: desviación estándar de los periodos NN (o RR) con una media de la medida de 5 minutos (Gil-Rodas et al., 2008).
  • ASDNN: índice de las desviaciones estándar de todas las medidas de los intervalos RR de 5 minutos a lo largo de 24h (Gil-Rodas et al., 2008).

Actualmente, la medición de la VFC en el deporte está siendo cada vez más utilizada como predictor de sobre-entrenamiento y análisis de las adaptaciones producidas por el entrenamiento, es decir, si el deportista esta fatigado y necesita disminuir la dosis de entrenamiento o está en buenas condiciones para realizar entrenamientos fatigantes.

Para poder llevar a cabo un análisis correcto de la VFC de un atleta necesitamos registrar su VFC durante un tiempo, ya que tiene una fuerte variabilidad entre sujetos. En general, un ejercicio intenso va a disminuir la VFC durante 24-48h, mientras que la tendencia de días regenerativos va a tender a aumentar la VFC (Buchheit, 2014). Si seguimos un registro día a día de la VFC de un atleta podemos conocer sus valores medios normales, y cuándo en su organismo hay un dominio del SNS (disminuye la VFC) que nos puede informar de un estado de fatiga del deportista, o cuando hay un dominio del SNP (aumenta la VFC) y el deportista se encuentra sin fatiga.

En los últimos años están publicándose muchos estudios viendo los efectos de individualizar las cargas de entrenamiento día a día en base a la VFC. Estos estudios se basan en entrenar a alta intensidad cuando los niveles de VFC vuelven a valores de normalidad, encontrando mayores adaptaciones frente al entrenamiento tradicional (Buchheit, 2014).

Autor

Víctor Valldecabres

Bibliografía:

Acharya, U; Joseph, K; Kannathal, N; Lim, C & Suri, J (2006). Heart rate variavility: a review. Med Bio Eng Comput, 44: 1031-1051

Buchheit, M (2014). Monitoring training status with HR measures: do all roads lead to Rome? Front Physiol, 5:73

García Manso (2013). Aplicación de la variabilidad de la frecuencia cardiaca al control del entrenamiento deportivo: análisis en modo frecuencia. Archivos de medicina del deporte: revista de la Federación Española de Medicina del Deporte y de la Confederación Iberoamericana de Medicina del Deporte. 153:43-51

Gil-Rodas; Pedret-Carballido, C; Ramos, J & Capdevilla, L (2008). Variabilidad de la frecuencia cardiaca: concepto, medidas y relación con aspectos clínicos (I). Apunts, 25 (123): 41-47

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