Incidencia de lesiones en corredores

Por Arcadi Margarit Boscà

A lo largo de los últimos años, la carrera a pie o el running ha ido ganando popularidad y el número de practicantes ha ido en aumento (Scheerder, Breedveld, & Borgers, 2015). Por ejemplo, en Estados Unidos se estima que entre el 10 y el 20% de americanos (más de 50 millones) corren de manera regular. En una investigación reciente («VI Estudio CinfaSalud: Percepción y hábitos de los corredores | CinfaSalud», s. f.) avalada por la Sociedad Española de Medicina Deportiva (SEMED), se estimó que el 11,9% de la población española era practicante de esta actividad. No obstante, de manera bastante preocupante, una gran parte de estos corredores se lesiona cada año, por lo que entendemos a la lesión como un factor limitante y de adherencia a la actividad (Mc Auliffe et al., 2017).

Varios estudios han tratado de extraer datos para determinar la incidencia de lesiones en la carrera a pie, pudiendo variar dicha incidencia entre corredores novatos, aficionados-competitivos y profesionales. Por ejemplo, en un estudio en corredores adolescentes de campo a través, se vio que la incidencia estaría entorno a 17 lesiones por cada 1000 horas o de un 38% de los practicantes (Rauh, Koepsell, Rivara, Margherita, & Rice, 2006). En corredores novatos, la incidencia lesional se estimaría en unas 30 lesiones por 1000 horas de práctica (Videbæk, Bueno, Nielsen, & Rasmussen, 2015), lo que podría afectar hasta el 30% de los corredores en un año (Hespanhol, Pillay, van Mechelen, & Verhagen, 2015). Por tanto, parece los corredores novatos se lesionan más (Videbæk et al., 2015) pero que, por otra parte, el porcentaje de lesiones no parece diferir entre aficionados o profesionales (Sousa et al., 2007) probablemente porque la mayor carga de los corredores profesionales se compensa con unos mayores recursos inherentes al mundo profesional.

Así pues, se estima que un porcentaje de entre el 19.4 y el 79.3% de corredores se lesiona cada año en los miembros inferiores (van Gent et al., 2007). Dicho porcentaje estimativo es bastante amplio probablemente por diferencias en la definición del término “lesión”, en la diversa tipología de corredores del estudio y en las medidas de los resultados incluidas (Videbæk et al., 2015). De cualquier modo, parece claro que son necesarias estrategias de prevención en corredores (van der Worp et al., 2015) y, para ello, debemos conocer los factores de riesgo que pueden desencadenar la lesión.

Las lesiones en la carrera a pie son fruto de la combinación de factores extrínsecos -errores de entrenamiento, errores en el calzado y la superficie- y factores intrínsecos -pobre flexibilidad, mala alineación, antropometría, lesiones previas y experiencia deportiva- (Taunton et al., 2002). Así, la distribución y las variables que intervienen en la aparición de lesiones en grupos de población son muy variadas (Pascual, Pérez, & Calvo, 2008), así que actualmente parece claro entender el origen o la etiología de las lesiones como algo multifactorial (Lakkol, Singisetti, & Anand, 2010). No obstante, ello no significa que no podamos conocer factores de riesgo que de manera concreta puedan contribuir a la lesión.

Por ejemplo, hay una evidencia limitada que indicaría que el IMC sería un factor de riesgo de lesiones de espalda en mujeres y de lesiones de pie en hombres (van der Worp et al., 2015), siendo un IMC >26 kg/m2  un factor de riesgo (Taunton et al., 2002). Otro ejemplo podría ser el volumen de entrenamiento. Así, corredores con una alta frecuencia y/o una mayor distancia de entrenamiento son más susceptibles de sufrir lesiones por sobreuso, siendo aquellos sin experiencia o con mucha experiencia los más susceptibles, puesto que la no preparación inicial de sus estructuras y el haber corrido mucho durante mucho tiempo, respectivamente, serían factores de riesgo (van der Worp et al., 2015).

En conclusión, para establecer estrategias y pautas de prevención de lesiones efectivas en la carrera a pie, debemos conocer primero los diversos factores de riesgo inherentes a dicha práctica. Conociendo esto, tendremos mayor posibilidad de éxito.

Puntos clave:

  • Prácticamente la mitad de corredores se lesiona cada año.
  • Entre novatos, aficionados y profesionales, parece ser que los novatos tienen mayor índice lesional que aficionados y profesionales.
  • El origen de las lesiones es multifactorial, así que deberemos establecer planes y estrategias de prevención de manera holística.

Referencias

  • Hespanhol, L. C., Pillay, J. D., van Mechelen, W., & Verhagen, E. (2015). Meta-Analyses of the Effects of Habitual Running on Indices of Health in Physically Inactive Adults. Sports Medicine; Auckland, 45(10), 1455-1468.
  • Lakkol, S., Singisetti, K., & Anand, S. (2010). An overview of common lower extremity soft tissue injuries in athletes. Scottish Medical Journal, 55(2), 35–35.
  • Mc Auliffe, S., Synott, A., Casey, H., Mc Creesh, K., Purtill, H., & O’Sullivan, K. (2017). Beyond the tendon: Experiences and perceptions of people with persistent Achilles tendinopathy. Musculoskeletal Science & Practice, 29, 108-114. https://doi.org/10.1016/j.msksp.2017.03.009
  • Pascual, C. M., Pérez, V. R., & Calvo, J. S. (2008). Epidemiología de las lesiones deportivas. Fisioterapia, 30(1), 40–48.
  • Rauh, M. J., Koepsell, T. D., Rivara, F. P., Margherita, A. J., & Rice, S. G. (2006). Epidemiology of Musculoskeletal Injuries among High School Cross-Country Runners. American Journal of Epidemiology, 163(2), 151-159. https://doi.org/10.1093/aje/kwj022
  • Scheerder, J., Breedveld, K., & Borgers, J. (2015). Who Is Doing a Run with the Running Boom? En Running across Europe (pp. 1-27). Palgrave Macmillan, London. https://doi.org/10.1057/9781137446374_1
  • Sousa, J. P., Cabri, J., & Donaghy, M. (2007). Case research in sports physiotherapy: A review of studies. Physical Therapy in Sport, 8(4), 197-206. https://doi.org/10.1016/j.ptsp.2007.02.003
  • Taunton, J. E., Ryan, M. B., Clement, D. B., McKenzie, D. C., Lloyd-Smith, D. R., & Zumbo, B. D. (2002). A retrospective case-control analysis of 2002 running injuries. British journal of sports medicine, 36(2), 95–101.
  • van der Worp, M. P., ten Haaf, D. S. M., van Cingel, R., de Wijer, A., Nijhuis-van der Sanden, M. W. G., & Staal, J. B. (2015). Injuries in Runners; A Systematic Review on Risk Factors and Sex Differences. PLoS ONE, 10(2). https://doi.org/10.1371/journal.pone.0114937
  • Van Gent, R. N., Siem, D., van Middelkoop, M., van Os, A. G., Bierma‐Zeinstra, S. M. A., & Koes, B. W. (2007). Incidence and determinants of lower extremity running injuries in long distance runners: a systematic review. British Journal of Sports Medicine, 41(8), 469-480. https://doi.org/10.1136/bjsm.2006.033548
  • VI Estudio CinfaSalud: Percepción y hábitos de los corredores | CinfaSalud. (s. f.). Recuperado 2 de enero de 2018, a partir de https://www.cinfasalud.com/areas-de-salud/cuidado-diario/deporte-saludable/estudio-cinfasalud/
  • Videbæk, S., Bueno, A. M., Nielsen, R. O., & Rasmussen, S. (2015). Incidence of Running-Related Injuries Per 1000 h of running in Different Types of Runners: A Systematic Review and Meta-Analysis. Sports Medicine, 45(7), 1017-1026. https://doi.org/10.1007/s40279-015-0333-8
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