LAS DIFICULTADES EN EL SEGUIMIENTO DEL PLAN ANUAL

Buenos días a todos,

Hoy vamos a hablar de las dificultades que tenemos los ciclistas Continentales y sus respectivos preparadores físicos para poder seguir la planificación anual que preveíamos al inicio del proceso de entrenamiento.

 

Como bien sabéis la mayoría, el competir dentro de la categoría Continental UCI del ciclismo, es una tarea complicada para los equipos modestos que no disponen de un gran presupuesto para poder desplazarse de un lugar a otro del continente para afrontar un calendario competitivo sólido. Además de esto, las invitaciones para las carreras para esta categoría de equipos se suelen retrasar mucho, y los organizadores de dichas carreras suelen confirmar con poco tiempo de antelación la participación en su carrera, a diferencia de los equipos World Tour y Pro Continentales, que ya tienen un calendario fijo que suele modificarse poco.

 

Esta cuestión, significa un inconveniente importante para el ciclista y preparador físico que quieren estructurar su temporada, y que puedan planificar de manera óptima los picos de forma y puedan decidir en qué carreras estar al 100%, y en qué otras no estar tan bien. Dicho eso, el ciclista Continental, no se puede permitir el no competir al 100% en ninguna carrera, ya que las oportunidades que tiene son muy limitadas y no puede permitirse este lujo de “seleccionar” las carreras que más le convengan.

 

En mi caso personal, mi temporada ciclista UCI, comenzó en el mes de abril con el GP Primavera (Amorebieta), después de poder competir en algunas carreras Elite-S23 en mi región, lo que por supuesto, me ayudó a tener un rendimiento mejor del que hubiera tenido sin competir nada, pero no el suficiente para tener éxito en ella.

Realmente, el nivel de mi condición física para esta carrera fue el mejor desde el inicio de la temporada, ya que una semana y media antes de esta competición registré mis mejores valores en P5” /P1’/P3’ y P20’ en la Batería de Test que hicimos. El día previo a la competición quise aprovechar mi visita al preparador para realizar un test de lactato por fases de esfuerzo, algo que quizás pagué al día siguiente, al no poder repetir los mismos valores en carrera que en el test; pero además de este factor, el no poder simular el mismo tipo de esfuerzo que la carrera me pedía (subir a 6’3w/kg durante 8’ cuándo llevas 3h a 42km/h) hizo que no pudiera competir en mi versión esperada.

Imagen-1. Muestra como 2 semanas antes de GP Primavera (19/03), mi estado de forma alcanzo los 116 CTL/-6TSB, para dar paso a una semana de DESCARGA para asimilar el trabajo y después (29/03) conseguir los mejores valores de la temporada en la Batería Test con un estado de forma de 108 CTL y +22TSB. Pese a llegar fresco y en buena forma (110CTL/+8TSB) al GP Primavera (09/04) no logré dar el 100% del esperado.

 

A partir de esta primera competición, el plan de entrenamiento y el plan de carreras iba según lo previsto inicialmente, es a partir de este mes de abril, dónde van surgiendo cambios e imprevistos que hacen que tengamos que ser lo más flexibles posibles para adaptarnos a él.

El primer de los imprevistos, fue el calendario de competición, que se vio modificado respecto al previsto, ya que en él figuraban 2 semanas más de competición (aparte del GP Primavera) y que finalmente el equipo no pudo realizar por distintos problemas que surgieron.

Con estas 2 semanas de competición, toda la base de entrenamiento hecha hasta el momento y la progresión mantenida en él, deberían haberme permitido alcanzar mi mejor nivel a mitad de mayo y poder mantenerlo hasta finales de Junio (Campeonato de España) tal y como estaba previsto en el plan inicial. Pero tuvimos que modificar el calendario y re adaptar los entrenamientos sustituyendo los días de competición por entrenamientos específicos de alta intensidad que intentaran simular las demandas competitivas. Al no disponer de una motocicleta, (para entrenar tras ella) el plan de entrenamiento previsto quedo alterado y evidentemente eso afecto en mi motivación y en mi nivel de confianza, ya que aumento más la incertidumbre de cuál era mi real estado de forma física para afrontar los 2 meses más importantes de mi temporada (mayo y junio).

 

Finalmente, el equipo pudo “tapar” unos huecos en el calendario y pudimos ponernos un dorsal en las “prokermesses” que se disputan en Bélgica, a mediados de mayo. Solamente fueron 2 días de competición (en mi caso 1, por avería el primer día) que sirvieron para agudizar más mi incertidumbre y mi falta de confianza en carrera.

 

2 semanas después del periplo belga, el equipo comenzó ya con la fase más importante del calendario de toda la temporada: Tour de Gironde (última de Mayo), GP Beira Mar (primera de Junio), Tour de Eslovaquia (segunda semana de Junio) y Campeonato Nacional (última de Junio).

El plan inicial estaba previsto para llegar en PICO DE FORMA a este momento de la temporada, pero desde el gran rendimiento que obtuve la semana previa del GP Primavera (Amorebieta), mi rendimiento se estancó de manera considerable por la falta de CARGA COMPETITIVA y no conseguí alcanzar mis mejores valores de potencia en el siguiente período de entrenamientos, cosa que se vio reflejada posteriormente en dichas competiciones.

 

En primer lugar, en Tour de Gironde, me quedé fuera de carrera el primer día después de tener una avería mecánica con la biela izquierda de mi bicicleta.

La semana siguiente ya competimos en Portugal, dónde comprobé mi poco ritmo de competición en los momentos de alta intensidad que se daban en los puertos de montaña, pero a pesar de esto mi rendimiento fue mejor de lo esperado y me dio un impulso de confianza de cara afrontar los Campeonatos Nacionales en los que quería llegar al 100% para realizar un buen papel.Después de Portugal, el plan se alteró ligeramente debido al gran estrés sufrido en los 3 días de carrera, (16h-1000 TSS-7.000m desnivel) que me provoco 3 días con fiebre alta y de descanso. Una vez recuperado de este bajón a nivel de sistema inmunitario, planificamos una semana de IMPACTO, para posteriormente descansar e intentar asimilar lo mejor posible para llegar bien el día X en los Nacionales.

 

El que debía ser un buen día, no lo fue en absoluto para mí, a pesar de no tener un mal rendimiento, evidenció esa falta de ritmo en los esfuerzos largos sostenidos que solo te da la alta competición y que yo no tenía en aquel momento. Fue el momento más duro del año a nivel deportivo, sobre todo por las expectativas depositadas en ello.

A partir de ahí, 2 semanas de recuperación previas a una semana en altura en los Alpes franceses. Una semana en Francia que me vino fantásticamente bien tanto a nivel mental como a nivel físico. Fue una semana de entrenamientos largos y de mucha acumulación de desnivel, pero sin NADA de intensidad, lo que permitió a mi organismo no acumular un estrés excesivo a la vez que perdía peso corporal.

Una vez recuperé y asimilé la carga realizada en Francia (semana de recuperación) es cuando mi rendimiento hizo un claro salto adelante, con unas grandes mejoras a nivel de test físicos, además de mejorar mis rendimientos en competición (Klasika Ordizia).

Después en el mes de agosto, el plan de entrenamiento se enfocó en mantener el PICO DE FORMA alcanzado, manteniendo bastante estable la carga total de trabajo (Volumen e Intensidad constante) para llegar en las mejores condiciones físicas a las últimas competiciones de la temporada 2017 que pude realizar desde la última semana de agosto hasta mediados de septiembre, dónde pude estar en la lucha por la victoria en todas las competiciones en las que tomé parte.

Imagen 2. Se muestra cómo en el período que va desde el 26/08 hasta el 10/09, en las carreras que tomé parte logré estar en la fuga del día y luchando la victoria hasta el final de las mismas. Esto lo logré con CTL de entre 109-111 y con TSB de +9 hasta +15. Este período, no contempla el test de 20’ realizado el 01/08 con 109 CTL/ +12TSB dónde alcance los 5’94w/kg. Esto significa que pude mantener un alto estado de forma (CTL) durante varias semanas estando dentro de los rangos óptimos de frescura (TSB) que unido a la pérdida de peso corporal me permitió ser competitivo en esta última parte de temporada.

 

Después de los sinsabores en la primera mitad de la temporada, el poder alcanzar este nivel en la última fase de la temporada nos deja con un buen sabor de boca, sabiendo redirigir los objetivos de la temporada y adaptándonos a los muchos cambios a nivel de calendario competitivo inicial a los cuáles tuvimos que hacer frente.

 

Hasta aquí el blog de este mes, que nos muestra que la planificación de una temporada deportiva siempre puede verse alterada por distintas modificaciones en el calendario deportivo y que exige un alto grado de FLEXIBILIDAD tanto por parte del atleta y del preparador físico. Los que mejor sepan adaptarse a estos cambios, son los que indudablemente más ÉXITO van a tener a la hora de cumplir sus objetivos.

 

¡Nos vemos en el próximo blog!

¡Un abrazo a todos!

Marc Vilanova.

Ciclista Continental del equipo Massi Kuwait Cycling Project.

 

 

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