Puntos Clave sobre la Suplementación con Hierro

Desde el IEG presentamos una traducción del documento preparado por Instituto Australiano del Deporte (AIS), referente a la suplementación con hierro. El hierro o Fe es fundamental para importantes procesos fisiológicos que tienen que ver con la producción de energía y, por tanto, con el rendimiento deportivo. Quizá sea mas conocido por ser el componente esencial de la hemoglobina (de la que depende el trasporte de oxígeno al músculo), pero el Fe está presente incluso en los complejos proteicos de la cadena transportadora de electrones (fosforilación oxidativa).

El presente documento ayudará a entender qué se entiende por anemia, cómo debe ser el suplemento de hierro, los alimentos recomendados y cuándo utilizarlo en el contexto deportivo. Esperamos que les resulte de interés.

Documento del AIS: suplementación con Hierro

Como complemento a esta información, el trabajo de Clénin y colaboradores en 2015 resulta de especial interés para este tópico. En él se hace una excelente revisión de la deficiencia de hierro en el deporte (recordemos que es una afección bastante habitual, sobre todo en mujeres donde se han mostrado datos de hasta un 52% de atletas féminas con este problema). La deficiencia de hierro tiene diferentes fases:

Deficiencia de hierro no anémica (IDNA) 

  • Reducción del nivel de ferritina, debido al desequilibrio entre pérdida de hierro y absorción en la dieta.
  • Aumento del receptor soluble de transferrina.
  • MCV y MCH normales

Según Rubero y cols (2018), la suplementación con hierro a atletas con este tipo de deficiencias es equívoca. No existiendo beneficio de la suplementación con niveles > 20 ug/L de ferritina.

 

Deficiencia de hierro con Microcitosis (IDMH)

  • Reducción de MCH y MCV por debajo del rango normal.
  • Ferritina < 30 mcg/L.
  • Concentración de hemoglobina normal.

 

Deficiencia de hierro anémica (IDA)

  • Concentración de hemoglobina por debajo de límite normal.
  • Ferritina por debajo de valores normales.
  • Resto de índices de serie roja generalmente reducidos.

 

En atletas féminas, el control de la fatiga debería incluir la revisión de parámetros relacionados con la deficiencia de hierro (Pedlar y cols., 2017), donde ante la sospecha de deficiencia de hierro se debería controlar mensualmente (tomando decisiones/tratamientos acorde a cambios):

  • Recuento eritrocitario
  • Masa total hemoglobina
  • Ferritina
  • Tsat
  • Hierro

 

Si estos parámetros no mostraran variaciones destacables, la revisión de la carga de entrenamiento / recuperación, enfermedad, nutrición, sueño o factores externos debería considerarse (incluyendo entrenamiento en altura, menstruación, embarazo).

Es importante distinguir estos procesos de pseudoanemia del deportista, una reducción de la hemoglobina y el hematocrito debido al aumento del volumen plasmático (causado por entrenamiento) con valores normales de masa y masa total de hemogoblina. Esto sucede en un 10-15% de atletas entrenados en resistencia (sobre todo al superar las 10 h/semana).

Referencias

Clénin, G., Cordes, M., Huber, A., Schumacher, Y. O., Noack, P., Scales, J., & Kriemler, S. (2015). Iron deficiency in sports – definition, influence on performance and therapy. Swiss Medical Weekly, 145, w14196. http://doi.org/10.4414/smw.2015.14196

Pedlar, C. R., BRUGNARA, C., BRUINVELS, G., & BURDEN, R. (2017). Iron balance and iron supplementation for the female athlete: A practical approach. European Journal of Sport Science, 0(0), 1–11. http://doi.org/10.1080/17461391.2017.1416178

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