Cambios en el rendimiento de piragüistas de clase mundial tras la aplicación de dos modelos diferentes de periodización del entrenamiento

Jesús García-Pallares1, Miguel García-Fernández2, Luis Sánchez-Medina3 y Mikel Izquierdo4

1Faculty of Sport Sciences, University of Murcia, Murcia, Spain

2Spanish Royal Canoeing Federation, Madrid, Spain

3Faculty of Sport, Pablo de Olavide University, Seville, Spain

4Studies, Research and Sports Medicine Center, Government of Navarre, Pamplona, Spain

 

Resumen: Este estudio se realizó con el objetivo de comparar los cambios inducidos por el entrenamiento en ciertas variables fisiológicas, de composición corporal y de rendimiento seleccionadas tras la aplicación de dos modelos de periodización de entrenamiento: periodización tradicional (TP) versus periodización en bloques (BP). Diez kayakistas de clase mundial fueron evaluados cuatro veces durante un ciclo de entrenamiento a lo largo de dos temporadas consecutivas. En cada ocasión, los sujetos realizaron una prueba incremental hasta el agotamiento en un ergómetro de kayak para determinar el consumo de oxígeno máximo (VO2max), VO2 en el segundo umbral ventilatorio (VO2VT2), lactato sanguíneo máximo, velocidad de remada en VO2max (PSmax) y en VT2 (PSVT2), producción de potencia en VO2max (Pwmax) y en VT2 (PwVT2), frecuencia de remada en VO2max (SRmax) y en el VT2 (SRVT2), así como también la frecuencia cardíaca en VO2max y en el VT2. Durante cada sesión de entrenamiento de resistencia se cuantificó el volumen y la intensidad del ejercicio. Tanto el ciclo TP como el ciclo BP produjeron aumentos similares en el VO2max (11 y 8,1%) y VO2VT2 (9,8 y 9,4%), a pesar de que el ciclo TP fue 10 semanas y 120 horas de entrenamiento más largo que el ciclo BP. Luego del ciclo BP los kayakistas experimentaron incrementos en PSmax, Pwmax y SRmax mayores a los observados con TP. Estos hallazgos sugieren que la periodización en bloques (BP) puede ser más efectiva que la periodización tradicional (TP) para mejorar el rendimiento de kayakistas de alto nivel altamente entrenados. Aunque ambos modelos permitieron mejoras significativas en ciertas variables de rendimiento fisiológicas y de kayak, el programa BP produjo resultados similares a los del modelo TP pero con la mitad del volumen de entrenamiento de resistencia. Un diseño de BP podría ser una estrategia más útil que TP para mantener los efectos residuales del entrenamiento así como para lograr mayores mejoras en ciertas variables relacionadas con el rendimiento en kayak.

Palabras claves: Aptitud aeróbica cardiorespiratoria, canotaje, rendimiento de resistencia, producción de potencia, antropometría.

Introducción

El concepto de periodización hace referencia al manejo y a la secuenciación de ciertas variables de entrenamiento (por ejemplo, carga, volumen, intensidad, tipo de ejercicio) en el marco de ciclos específicos durante todo el año con el fin de optimizar el rendimiento deportivo en las principales competiciones. Los modelos de periodización de entrenamiento surgieron a partir de observaciones empíricas en el campo realizadas por entrenadores de éxito, y de modelos teóricos desarrollados por especialistas en metodología de entrenamiento. Las raíces del diseño del programa de periodización tradicional (TP) se remontan a la década de 1950 y se basan en las experiencias realizadas en los comienzos del sistema de entrenamiento soviético (Bompa y Haff 2009, Issurin 2008). El TP se convirtió en el modelo dominante durante más de 30 años en casi todos los niveles deportivos y de rendimiento, y aún sigue vigente. Las pautas del modelo TP se basan en el desarrollo simultáneo de muchos componentes del acondicionamiento físico (por ejemplo, capacidad aeróbica, potencia aeróbica máxima, fuerza máxima) siguiendo una distribución regular de la carga de trabajo. El modelo tradicional también se caracteriza por el uso de períodos de tiempo relativamente largos para el desarrollo de los objetivos de entrenamiento y el predominio del entrenamiento general por encima del entrenamiento específico.

En la década de 1980, entrenadores destacados describieron una serie de inconvenientes del TP que podrían impedir que los atletas de élite alcancen mayores mejoras en el rendimiento: (1) interacciones conflictivas o negativas debido al desarrollo simultáneo de demasiadas capacidades motoras diferentes; (2) no proporcionar suficiente especificidad en la carga de trabajo para permitir el desarrollo correcto de los componentes de aptitud física seleccionados; (3) incapacidad para proporcionar rendimientos de múltiples picos (4-6 picos dentro de una temporada) debido a la duración excesiva de las diferentes fases de entrenamiento; y (4) dificultad para mantener los efectos del entrenamiento residual de habilidades desarrolladas previamente hasta la fase de pico (Issurin 2008). La cantidad cada vez mayor de competiciones y las demandas rigurosas de los deportes modernos a nivel de élite, junto con las limitaciones antes mencionadas del modelo TP, favorecieron la aparición de un nuevo enfoque de planificación llamado periodización en bloques (BP). La característica principal de este modelo es el uso de cargas de entrenamiento altamente concentradas, centradas en el desarrollo consecutivo de una cantidad mínima de capacidades motoras y técnicas (Bondarchuk 1988; Issurin 2008). Los ciclos de entrenamiento especializados llamados bloques, con una duración típica de 2-6 semanas, son los principales componentes funcionales de BP. La secuencia de estos bloques busca mejorar los efectos residuales del entrenamiento de las capacidades previamente desarrolladas.

Sin embargo, a pesar de su uso generalizado en los entrenamientos y de la gran cantidad de literatura disponible sobre estos modelos de periodización, según nuestros conocimientos, no existen estudios científicos publicados que hayan explorado su efectividad cuando se los aplica a sujetos altamente entrenados. Por lo tanto, el objetivo de este estudio fue comparar los efectos de estos dos modelos diferentes (es decir, TP vs. BP) sobre ciertas variables fisiológicas y de rendimiento en kayakistas de categoría mundial. Planteamos la hipótesis que un enfoque BP podría ser más eficaz que un enfoque TP para mejorar el rendimiento de kayakistas de elite.

Métodos

Sujetos

Diez kayakistas varones de aguas tranquilas de élite (todos finalistas en los Campeonatos Mundiales, incluidos 2 ganadores de medallas de oro olímpicas) participaron voluntariamente en este estudio. Las características de los participantes expresadas en forma de media (SD) fueron las siguientes: edad 25,6 (2,5) años; talla184,0 (5,9) cm; peso 85,3 (5,6) kg; experiencia de entrenamiento 11,2 (2,7) años; volumen anual de remo 4,415 (374) km. Los kayakistas tenían al menos 3 años de familiarización con los procedimientos de prueba que se utilizaron en esta investigación y todos formaban parte del mismo escuadrón (es decir, el Equipo Nacional de Canotaje Español). El estudio, que cumplió con las condiciones establecidas en la Declaración de Helsinki, fue aprobado por la Comisión de Bioética de la Universidad de Sevilla y los participantes dieron su consentimiento informado por escrito antes de la participación.

Diseño experimental y abordaje del problema

Se utilizó un diseño cruzado. Durante el período de intervención, todos los atletas realizaron el mismo programa de entrenamiento durante dos temporadas consecutivas [Temporada 1 (S1): 2006/2007; Temporada 2 (S2): 2007/2008]. En S1, los kayakistas realizaron un programa de entrenamiento basado en el modelo TP, mientras en S2 se utilizó un modelo basado en BP. El objetivo principal del programa S1 fue el Flatwater Racing World Championships (agosto de 2007), un evento de clasificación para los Juegos Olímpicos. Los objetivos principales del programa S2 fueron el Campeonato Europeo realizado en mayo de 2008 (último evento para clasificación olímpica) y los Juegos Olímpicos de Beijing realizados en agosto de 2008. Esta investigación fue parte de un proyecto mas amplio donde se analizaron ciertas variables fisiológicas y de rendimiento en kayakistas de clase mundial después de diferentes fases de entrenamiento (Garcia-Pallares et al., 2009a).

La Figura 1 muestra un resumen de la estructura de periodización de entrenamiento que se utilizó en el presente estudio. Solo se analizó el primer ciclo de entrenamiento de cada temporada. Ambos ciclos TP (22 semanas) y BP (12 semanas) se dividieron en tres fases (ATP, BTP, CTP y ABP, BBP, CBP, respectivamente). Los principales objetivos del entrenamiento de resistencia para cada fase también se muestran en la Figura 1. Las fases “A”( compuesta por 12 semanas en TP y 5 semanas en BP) se centraron en desarrollar componentes básicos de la aptitud física, como el segundo umbral ventilatorio (VT2), la hipertrofia muscular y las habilidades técnicas generales. Las fases “B” (compuesta por 6 semanas en TP y 5 semanas en BP) se centraron en la mejora de la aptitud física específica para el evento, como la potencia aeróbica máxima (VO2max) y la fuerza muscular máxima. Finalmente, las fases “C” (compuesta por 4 semanas en TP y 2 semanas en BP) fueron fases de puesta a punto del volumen donde se disminuyó gradualmente el volumen, y el objetivo de las mismas fue facilitar los procesos de recuperación, mejorar la estrategia específica de ritmo de carrera y maximizar el rendimiento para la competición.

Traditional periodization (TP)= Periodización traicional (TP); Block periodization (BP)= Periodización en bloques (BP); Cycle= Ciclo; Phase= Fase; Main Target= Blanco principal de entrenamiento; Week= Semana; Test= Prueba

Figura 1: Diseño del estudio. Resumen del plan de entrenamiento, principales blancos de entrenamiento y cronograma de las pruebas realizadas en los dos ciclos.

 

Las principales diferencias entre ambos ciclos (TP y BP) fueron el volumen de entrenamiento total realizado y el porcentaje de ese volumen destinado al desarrollo de los principales blancos de entrenamiento de resistencia (VT2 y VO2max). En la Figura 2 y en la Tabla 1 se presentan los tiempos de entrenamiento relativo y absoluto transcurridos en cada ciclo y fase dentro de cada zona de entrenamiento de intensidad, respectivamente. En las sesiones de entrenamiento de resistencia, se delimitaron tres zonas de entrenamiento en función de la intensidad del ejercicio: zona 1 (Z1), intensidad baja, por debajo de VT2; zona 2 (Z2), intensidad moderada, entre VT2 y 90% de VO2max; y zona 3 (Z3), alta intensidad, entre 90 y 100% de VO2max. Cuando se expresa en términos relativos, el tiempo de entrenamiento en las zonas Z2 y Z3 durante ABP y BBP fue alrededor de 10% mayor que durante ATP y BTP. En la fase CBP, los kayakistas completaron la mitad del volumen total de entrenamiento que durante la fase CTP, pero la contribución relativa en las diferentes zonas de entrenamiento fue muy similar en las dos fases de puesta a punto.

Relative endurance Training Volume (%)= Volumen relativo de entrenamiento de la resistencia (%); A Phase= Fase A; BPhase= Fase B; CPhase= Fase C. Z=Zona

Figura 2: Participación relativa de cada zona de intensidad de ejercicio dentro del volumen total de entrenamiento de resistencia realizado en cada fase y ciclo. Zona 1: intensidad baja, por debajo de VT2, zona 2: intensidad moderada, entre VT2 y 90% de VO2max, zona 3: intensidad alta, entre 90 y 100% de VO2max

Frecuentemente la terminología que se utiliza en la periodización del entrenamiento es inexacta, oscura e innecesariamente compleja, lo que dificulta que los entrenadores y científicos deportivos comuniquen efectivamente sus hallazgos y los efectos observados en los diferentes tipos de programas de entrenamiento. Con el objetivo de simplificar la terminología, en este estudio se propone el término “ciclo” para delimitar periodos de tiempo (8-26 semanas) durante los cuales se desarrollan todas las habilidades técnicas y motoras necesarias para garantizar el éxito en la competencia. Coincide bastante con el término “macrociclo” que se utiliza habitualmente en TP y BP. El término “fase” se utiliza para delimitar intervalos de tiempo más cortos (2-6 semanas) durante los cuales se  busca desarrollar una serie de objetivos de entrenamiento seleccionados. Por lo tanto, el término “fase” coincidiría con los términos “mesociclo” o “período” del modelo TP, y con los términos “mesociclo” o “bloque” del modelo BP.

Programa de entrenamiento

Antes de comenzar los dos ciclos de entrenamiento, los participantes realizaron un período de transición similar de 5 semanas durante el cual no debían realizar ningún entrenamiento específico de remo o de fuerza. Solo se realizaron algunas actividades físicas recreativas (juegos deportivos y ciclismo o natación a bajas intensidades).

En la Tabla 2 se muestra una descripción de los modelos de entrenamiento de la resistencia que se utilizaron durante el entrenamiento en cada zona de intensidad. El volumen y la intensidad del entrenamiento fueron cuidadosamente controlados y cuantificados por experimentados entrenadores de piragüismo durante cada sesión de entrenamiento a lo largo de los dos ciclos. Las principales variables utilizadas para el monitoreo del entrenamiento de la resistencia fueron el tiempo transcurrido (horas) y la distancia recorrida (km) para el volumen; y ritmo cardíaco y velocidad de remo para la intensidad. La distancia y la velocidad se registraron mediante un receptor GPS (Garmin 201, Garmin Ltd., EE. UU.) y la frecuencia cardíaca fue monitoreada por telemetría HR estándar (S610i, Polar Electro Oy, Finlandia).

 

Tabla 1 Contribución de cada zona de intensidad de ejercicio al tiempo total de entrenamiento de resistencia realizado en cada fase y ciclo

Los datos se expresan en forma de Media ± SD

ATP, BTP y CTP: Fases A, B y C del ciclo de periodización tradicional

ABP, BBP yCBP: Fases A, B y C del ciclo de periodización en bloques

Z1: Intensidad baja (por debajo del VT2), Z2: Intensidad moderada (entre VT2 y90% of VO2max), Z3: Intensidad Alta (entre 90 y 100% of VO2max)

Tabla 2: Descripción de las zonas de intensidad de las dos modalidades de entrenamiento de la resistencia

Además del entrenamiento de resistencia, los sujetos participaron en un programa de entrenamiento de la fuerza simultáneo durante los ciclos TP y BP. Los atletas realizaron tres sesiones de entrenamiento de la fuerza por semana, que consistieron principalmente en ejercicios con pesos libres (entre los que se incluían press de banca, tirón en polea con agarre prono (prone bench pull), dominadas, sentadillas completas y press de hombros). En ambos ciclos, el entrenamiento de la fuerza se organizó en ciclos de 12-17 semanas, durante los cuales se aplicaron secuencialmente tres tipos de entrenamiento de la fuerza: hipertrofia (8-10 repeticiones, 4-5 series, con una intensidad de carga de 70-75% de 1RM, con descanso de 2 minutos entre las series); fuerza máxima (3-4 repeticiones, 3-4 series, 85-90% 1RM, descansos de 4 min entre las series); y potencia máxima (5-8 repeticiones, 4-5 series, 45-60% 1RM, descansos de 4 min entre series). El volumen de entrenamiento de fuerza durante las 22 semanas del ciclo TP fue de 29,5±1,9 h para la hipertrofia; 18,2±1,3 h para fuerza máxima y 10,4±1,3 h para potencia máxima. Durante las 12 semanas del ciclo BP, el volumen de entrenamiento de la fuerza fue de 16,9±1,0 h para la hipertrofia; 12,5±1,3 h para la fuerza máxima y 6,8±1,3 h para la potencia máxima.

Pruebas

Los kayakistas ya estaban familiarizados con los protocolos de prueba porque habían sido evaluados en varias ocasiones en temporadas previas con el objetivo de prescribir entrenamientos. Para evaluar las variables fisiológicas, de rendimiento y antropométricas seleccionadas, los sujetos asistieron al laboratorio cuatro veces durante los ciclos TP (TTP0, TTP1, TTP2 y TTP3) y BP (TBP0, TBP1, TBP2 y TBP3). Las sesiones de prueba se realizaron antes y después (PRE y POST) de las fases de entrenamiento correspondientes de los ciclos TP y BP (es decir, justo después de las fases A, B y C) (Figura 1). Durante las 24 horas previas a las pruebas de laboratorio los participantes debían abstenerse de realizar ejercicios extenuantes. Los mismos procedimientos de entrada en calor y protocolos para cada tipo de prueba se repitieron en las ocasiones subsiguientes. Todas las sesiones de prueba se realizaron a la misma hora del día (9-12 h) y en condiciones ambientales similares (20-22 °C y 55-65% de humedad). Las variables vinculadas a las pruebas de remo, presentaron coeficientes de confiabilidad que iban de 0,92 a 0,98. Los coeficientes de variación (CV) para VO2max, VT2 y HRmax variaron entre 3,2 y 5,1%. Los coeficientes de correlación intraclase test-retest para todas las variables utilizadas en este estudio fueron superiores a 0,93 y el CV varió de 0,9 a 2,9%.

Composición corporal

Las mediciones antropométricas incluyeron: altura de pie, peso, espesor de diferentes pliegues cutáneos (tríceps braquial, subescapular, suprailíaco, abdominal, muslo anterior, pantorrilla media, supraespinal y bíceps braquial), y fueron realizadas por el mismo investigador experimentado siguiendo las recomendaciones de la Sociedad Internacional para el Avance de la Cineantropometría (ISAK) (Marfell-Jones et al., 2006). La altura se midió con un nivel de apreciación de 0,1 cm durante una inhalación máxima, y el peso corporal con un nivel de apreciación de 0,1 kg usando una balanza calibrada (Seca 714, Hamburgo, Alemania); el grosor de los pliegues cutáneos se evaluó usando un calibre de pliegues cutáneos (con un nivel de apreciación de 0,2 mm), todos dentro del rango de instrumentos antropométricos de Harpenden (Holtain Ltd., Reino Unido).

Test incremental máximo

Después de una entrada en calor de 5 minutos realizada a una velocidad de 9 km/h, los sujetos realizaron una prueba de remo incremental hasta el agotamiento volitivo en un ergómetro para kayak (Dansprint ApS, Dinamarca, coeficiente de resistencia al arrastre = 35). La primera etapa se fijó en una velocidad de 11,5 km/h y los incrementos de velocidad fueron de 0,5 km/h cada minuto. A cada kayakista se le permitió ajustar libremente su frecuencia de remada (SR) según fuera necesario, y esta frecuencia se registró continuamente mediante un contador de remadas (Interval 2000, Nielsen-Kellerman, EE. UU.). La frecuencia cardíaca (HR) se monitoreó por telemetría estándar (S610i, Polar Electro Oy, Finlandia) y se registró cada 5 segundos. Se alentó a los remeros a que hicieran un esfuerzo máximo y que completaran la mayor cantidad de etapas posible. La prueba concluyó cuando el sujeto dejaba de remar voluntariamente o no podía mantener la velocidad fijada. Se realizó un análisis de gases respiración por respiración utilizando un sistema automatizado Jaeger Oxycon Pro (Erich Jaeger, Alemania). Los analizadores de gases se calibraron usando una mezcla de gases compuesta por 4,95 %CO2-95,05 % N2 (BOC Gases, Surrey, RU) y el sensor de volumen fue calibrado con una jeringa de calibración de 3 litros.

Variables fisiológicas

El VO2max se definió como el promedio entre los dos valores medios más altos consecutivos de VO2 de 15 s obtenidos hacia el final de la prueba. Todos los sujetos debían cumplir los dos siguientes criterios para alcanzar el VO2max: (1) tasa de intercambio respiratorio mayor que 1,1; y (2) una frecuencia cardíaca (HR) máxima como mínimo igual al 90% del máximo estimado para la edad. El segundo umbral ventilatorio (VT2) se determinó a partir de las mediciones de intercambio de gases utilizando el criterio de un aumento en ambos equivalentes ventilatorios (VEVO2-1 y VEVCO2-1) y una disminución en la tensión de dióxido de carbono al final de la espiración (PETCO2). Dos observadores independientes y con experiencia realizaron las determinaciones del VT2. Si se observaba un desacuerdo entre los dos observadores se solicitaba la intervención de un tercer observador. Además se realizó la determinación de la frecuencia cardíaca en VO2max (HRmax) y en VT2 (HRVT2) en todos los participantes. Se tomaron muestras de sangre total capilar del lóbulo de la oreja durante el período de recuperación de la prueba (min 1, 3, 5, 7, 10 y 12) para determinar la concentración máxima de lactato ([La-]max) usando un mini fotómetro (LP20; Dr. Lange, Francia )

Datos de rendimiento de paleo 

Durante la prueba de ejercicio máximo se midieron aquellas variables de remo que tienen un papel clave en el rendimiento de kayak: velocidad de remo en VO2max (PSmax), velocidad de remo en VT2 (PSVT2), tasa de remada en VO2max (SRmax), potencia de remada en VT2 (SRVT2), potencia de remo en VO2max (Pwmax) y la potencia de remo en VT2 (PwVT2).

Análisis estadístico

Para determinar la naturaleza de la distribución de datos se utilizó el test de Shapiro-Wilk Debido a que se estableció que los datos no tenían distribución normal, para evaluar los cambios en las variables seleccionadas durante los dos ciclos se utilizó la prueba U de Mann-Whitney y el Test t. Se utilizó el test de Friedman para analizar los cambios en las cuatro pruebas y en los dos ciclos. El test post hoc de Wilcoxon se utilizó para corregir el nivel de significancia según Bonferroni. Los tamaños de efecto (ES) para los cambios en ambos modelos de entrenamiento (TP y BP) entre T0 y T1, T1 y T2, T2 y T3, así como también entre los puntos de tiempo T0 y T3 se calcularon como la diferencia entre las medias dividida por la desviación estándar promedio para los dos grupos. La significancia se fijó en P≤0,05. Los valores de potencia estadística para este estudio variaron de 0,75 a 0,81.

RESULTADOS

Al inicio de S1 y S2 (es decir, TTP0 y TBP0), no se observaron diferencias significativas en ninguna de las siguientes variables: VO2max, VO2VT2, [La-]max, HRmax,HRVT2, PSmax, PSVT2, Pwmax, PwVT2, SRmax, SRVT2, peso o suma de ocho pliegues cutáneos.

Composición corporal

Entre T0 y T3, se observó una interacción significativa grupo x tiempo en la suma de ocho pliegues cutáneos, con un valor de disminución significativamente mayor (P<0,05) en TP (-17,9%, P<0,05, ES =-2,98) en comparación con BP (-5,4%, P<0,05, ES =2,64). Se detectaron disminuciones significativas (P<0,05) en la suma de ocho pliegues cutáneos después de ATP (-18,1%, ES=-3,07) y BBP (-16,8%, ES=-2,59), así como aumentos significativos (P<0,05) después de las fases CTP (9,3%, ES=1,10) y CBP (21,2%, ES = 2,65). No se observaron cambios significativos en el peso corporal en ningún momento durante ambos ciclos (Tabla 3).

Tabla 3 Cambios en variables antropométricas durante los dos ciclos de entrenamiento

Los datos se presentan en forma de Media ± SD

Pliegues: tríceps braquial, subescapular, suprailíaco, abdominal, muslo anterior, pantorrilla media, supraespinal y bíceps braquial

*P<0,05 en la comparación TTP0 con TTP1 y TBP0 con TBP1;

#P <0,05 en la comparación TTP1 con TTP2 y TBP1 con TBP2

£P <0,05 en la comparación TTP2 con TTP3 y TBP2 con TBP3

†P <0,05 en la comparación TTP0 con TTP3 y TBP0 con TBP3

βP <0,05 en la comparación TTP3 con TBP3

Cambios fisiológicos

Ambos ciclos, TP y BP, provocaron aumentos similares en VO2max (11,0%, ES=2,09 y 8,1%, ES=2,30, respectivamente, P<0,05) y en VO2VT2 (9,8%, ES=1,79 y 9,4%, ES=2,00, respectivamente P<0,05). Se observaron aumentos significativos en VO2max desde TTP0 a TTP1 (4,9%, P<0,05, ES = 1,15), mientras que se observaron aumentos menores, no significativos, entre TBP0 y TBP1 (3,4%, P = 0,08, ES = 0,86). Después de las fases BTP y BBP, el VO2max aumentó significativamente en ambos ciclos (7,0%, ES=1,58 y 5,0%, ES=1,25, respectivamente, P<0,05). No se observaron cambios significativos en el VO2max entre T2 y T3 en ningún grupo. La magnitud de los cambios en el VO2VT2 fue similar después de las fases ATP (15,3%, P <0,05, ES = 2,89) y ABP (10,7%, P<0,05, ES=2,57). Además, se observaron reducciones significativas en VO2VT2 después de las fases BBP (-3,9%, P<0,05, ES=-0,69) y BTP (-3,4%, P=0,06, ES =-0,98). No se observaron cambios significativos después de las fases CTP y CBP en los valores de VO2VT2. En T3, no se detectaron diferencias significativas en los valores de VT2 (% VO2max) entre ambos ciclos de entrenamiento. La magnitud de los cambios en VT2 (% VO2max) fue similar después de las fases ATP (9,9%, P<0,05, ES = 4,37) y ABP (8,0%, P<0,05, ES = 2,1), así como después de las dos fases BTP (- 9,7%, P <0,05, ES = -2,74) y BBP (-8,5%, P <0,05, ES = -2,96).

Cambios en el rendimiento específico del piragüismo

Se detectaron aumentos significativos (P<0,05) en los valores de PSmax luego de las fases ATP (2,1%, ES = 1,00), ABP (2,1%, ES = 1,00) y CBP (2,0%, ES = 0,86), y se observaron incrementos menores después de la fase BBP (2,0%, P=0,06, ES = 0,86). Entre T0 y T3, se observó una interacción significativa grupo x tiempo en PSmax, con un incremento de magnitud significativamente mayor (P<0,05) en el ciclo BP (6,2%, ES = 3,00) que en el ciclo TP (3,4%, ES = 1,25). La magnitud del aumento en PSVT2 entre T0 y T3 fue similar después de los ciclos TP (5,2%, P<0,05, ES = 2,80) y BP (4,4%, P<0,05, ES = 2,40). Se observaron aumentos significativos (P <0,05) en PSVT2 después de las fases ATP (2,2%, ES = 1,00) y ABP (2,2%, ES = 1,50), pero no se observaron cambios después de las fases B y C de ambos ciclos.

En la variable PWmax se observó una interacción significativa grupo x tiempo entre T0 y T3 con un incremento de magnitud significativamente mayor (P<0,05) en BP (14,2%, ES=6,00) que en TP (8,3%, ES = 4,00). Se observaron aumentos significativos (P<0,05) en los valores de Pwmax después de las fases ATP (5,0%, ES = 2,31), ABP (6,8%, ES = 1,27) y CBP (5,5%, ES = 2,8). La magnitud del aumento en PWVT2 entre T0 y T3 fue similar después de TP (11,3%, P<0,05, ES=4,67) y BP (10,0%, P<0,05, ES=3,80). Se observaron aumentos significativos (P<0,05) en PWVT2 después de las fases ATP (5,3%, ES=2,22) y ABP (5,8%, ES = 1,69). En T3, SRmax mostró valores significativamente menores (P<0,05) en el ciclo BP en comparación con el ciclo TP. SRmax aumentó significativamente (P<0,05) después de la fase CTP (5,9%, ES = 0,92), pero se mantuvo sin cambios después de CBP.

No se observaron otras diferencias significativas en ningún punto de tiempo para el resto de las variables fisiológicas y de rendimiento analizadas (HRmax, HRVT2, SRVT2 y [La-]max), pero si se observaron ciertas tendencias hacia valores más bajos en HRVT2, SRmax y SRVT2 después de las fases ATP y de ABP (P<0,1) (Tabla 4).

Tabla 4: Variación en las variables fisiológicas y de rendimiento en piragüismo analizadas durante los dos ciclos de entrenamiento. Los datos se presentan en forma de Media ± SD

* P<0,05 en la comparación TTP0 con TTP1 y TBP0 con TBP1

# P<0,05 en la comparación TTP1 con TTP2 y TBP1 con TBP2

£ P<0,05 en la comparación TTP2 con TTP3 y TBP2 con TBP3

†P<0,05 en la comparación TTP0 con TTP3 y TBP0 con TBP3

βP<0,05 en la comparación TTP3 conTBP3

 

DISCUSIÓN

 El principal hallazgo del presente estudio fue que un ciclo de entrenamiento periodizado en bloques (BP) pareció ser más efectivo que la periodización tradicional (TP) para mejorar el rendimiento de los piragüistas de alto nivel altamente entrenados porque: (1) en ambos ciclos TP y BP se observaron en ganancias similares en VO2max y VO2VT2, a pesar de que el ciclo de TP fue de 10 semanas y 120 horas mayor que el ciclo de BP; y (2) los aumentos inducidos por el entrenamiento en PSmax y Pwmax (es decir, el rendimiento específico de canotaje) fueron significativamente mayores después de BP en comparación con TP.

Las diferencias más importantes entre ambos ciclos fueron el volumen total de entrenamiento (es decir, la cantidad de horas de entrenamiento de resistencia) y el porcentaje de volumen de entrenamiento destinado a los objetivos de entrenamiento de resistencia seleccionados. Durante las dos fases iniciales “A”, el objetivo principal consistió en aumentar la intensidad del ejercicio correspondiente al VT2, mientras que durante las fases “B”, el objetivo fue mejorar la potencia aeróbica máxima (VO2max) (Figura 1). Nuestros datos indican que durante el diseño de BP los piragüistas experimentaron una mayor acumulación de carga de trabajo sobre los objetivos de entrenamiento seleccionados mientras realizaban un menor volumen total de entrenamiento por zona de intensidad y por fase que durante el entrenamiento TP (Tabla 1). Un hallazgo importante del presente estudio fue que, aunque el tiempo total de entrenamiento de resistencia realizado en el ciclo BP fue 50% del tiempo transcurrido en el ciclo TP, se observaron efectos similares inducidos por el entrenamiento en la mayoría de las variables fisiológicas y de rendimiento estudiadas. Los niveles de VO2max aumentaron significativamente después de las fases ATP y ABP (4,9 y 3,5%, respectivamente), a pesar de que el desarrollo del VO2max no había sido el objetivo principal durante estas fases y la intensidad del entrenamiento se mantuvo relativamente baja (zonas Z1 y Z2). Probablemente estas mejoras en el VO2max se debieron al nivel de resistencia inicial relativamente bajo presentado por los atletas como consecuencia del período de transición anterior de 5 semanas. En atletas de resistencia se ha observado una disminución en la potencia aeróbica máxima después de transcurridas varias semanas de la interrupción del entrenamiento (Coyle et al., 1984; García Pallarés et al., 2009b, 2010; Mujika y Padilla, 2000). Por lo tanto, después de reanudar el entrenamiento formal, parece lógico que parte del nivel de aptitud aeróbica se recupere rápidamente, independientemente de las intensidades de entrenamiento y de los métodos utilizados. Después de la fase “B”, el VO2max aumentó en 7,0 % en TP y 5,3 % en BP, después de realizar 33 % (23,4 h) y 44 % (21,8 h) de volumen total de entrenamiento de resistencia en Z3, respectivamente. En esta fase de periodización, es necesario tener en cuenta que la fase BBP fue más efectiva que la fase BTP para el desarrollo de VO2max, porque los kayakistas lograron aumentos de rendimiento similares, pero utilizando un menor volumen de entrenamiento. Los aumentos en el VO2max observados en el presente estudio (es decir, 9,5 y 11,0% después del ciclo BP de 12 semanas y el ciclo de TP de 22 semanas, respectivamente) fueron mayores que los descritos previamente para kayakistas y piragüistas de nivel internacional. Por ejemplo, Tesch et al. (1976), en un estudio longitudinal realizado con remeros de alto nivel, observaron aumentos de alrededor del 8,0 % en el VO2max, aunque estos incrementos fueron alcanzados después de un período de entrenamiento considerablemente más largo (8 meses).

Por otro lado, las cargas de trabajo de entrenamiento realizadas por los piragüistas durante ambas fases ‘C’ solo fueron efectivas para mantener los niveles de VO2max alcanzados al final de las fases ‘B’ anteriores y no se observaron incrementos adicionales. Este hallazgo coincide con lo observado por Houmard et al. (1994), Shepley et al. (1992) y Van Handel et al. (1988) quienes observaron un VO2max estable después de 7-20 días de puesta a punto en atletas altamente entrenados. Además, la ausencia de incrementos adicionales en VO2max después de las dos fases de puesta a punto (CTP y CBP) podría estar relacionada con el alto nivel de rendimiento de los atletas, quienes presentaron valores medios de VO2max de 67,8 y 68,1 mL kg-1 min-1 alcanzados al final de ambos ciclos de entrenamiento. Estos valores de VO2max fueron significativamente más altos que los obtenidos en otros estudios con piragüistas de alto nivel (principalmente en el rango de 54-60 mL kg-1 min-1) (Bishop y otros 2002; Fry y Morton 1991; Tesch et al. 1983; Van Someren y Oliver 2002).

Se observaron incrementos significativos de aprox. 15% en VO2VT2 luego de las fases ATP (64,8 h y 48% del tiempo total de entrenamiento de resistencia en la zona Z2) y ABP (30,0 h y 57% de entrenamiento en Z2). Dado que los piragüistas alcanzaron aumentos similares en esta variable, pero usando un volumen de entrenamiento de resistencia en la Z2 50% menor, el modelo BP sería más eficaz para alcanzar el VT2 que TP. Durante las fases BTP y BBP, coincidente con una reducción importante en el tiempo total de entrenamiento de resistencia en Z2 (sólo 38 y 32%, respectivamente), los valores de VO2VT2 disminuyeron 3,4 y 4,3% en los ciclos TP y BP, respectivamente. Estos datos indicarían que el volumen de entrenamiento alrededor del VT2 (Z2) fue insuficiente, especialmente durante el ciclo BP. Estos resultados coinciden con los descriptos por Hickson et al. (1982) quienes no observaron ningún cambio en los niveles de VO2max y observaron disminuciones significativas en el tiempo hasta el agotamiento a 80% del VO2max después de una reducción de 5-semanas en el volumen de entrenamiento de sujetos altamente entrenados. Además, la duración de los efectos residuales del entrenamiento estaría relacionada a factores como el nivel de rendimiento de un atleta y la cantidad de entrenamiento realizado sobre otras habilidades físicas/motoras. Desde un punto de vista práctico y durante cualquiera de los ciclos, TP o BP, parecería adecuado introducir períodos cortos (2-3 días) de entrenamiento con elevadas cargas de trabajo sobre las habilidades motoras desarrolladas en las fases anteriores para mantener sus efectos residuales de entrenamiento. Durante las dos fases “C” los niveles de VO2max y de VT2 se mantuvieron sin cambios; así, las dos fases de puesta a punto establecidas en el presente enfoque de entrenamiento (CTP y CBP) serían eficaces para mantener el rendimiento de los atletas en el nivel de VT2 hasta el final del ciclo.

Las tendencias similares se observaron en el peso corporal y en la suma de los ocho pliegues cutáneos después de los ciclos de entrenamiento TP y BP sugieren que estos dos planes de periodización no produjeron cambios diferentes en la composición corporal de los piragüista. Debemos destacar que luego de las primeras dos fases de entrenamiento de ambos ciclos (es decir “A” y “B”) el peso corporal se mantuvo sin cambios mientras que la adiposidad corporal disminuyó progresivamente. La suma de los ocho pliegues cutáneos fue significativamente menor luego de ATP que después de ABP, probablemente como consecuencia del mayor tiempo de duración (12 vs. 5 semanas) de la fase A en el ciclo TP. Luego de las dos fases “C” , el peso corporal se mantuvo sin cambios, pero la suma de los ocho pliegues cutáneos aumentó significativamente, probablemente debido a la marcada reducción en el volumen de entrenamiento total y a la ausencia de control sobre la dieta de los atletas durante esta fase de puesta a punto.

Los cambios en las variables de rendimiento inducidos por el entrenamiento en canotaje (PSmax, PSVT2, PWmax y PWVT2) fueron diferentes después de ambos modelos de periodización. El ciclo BP provocó incrementos significativos en PSmax y PWmax entre las fases consecutivas analizadas, mientras que el ciclo TP sólo provocó mejoras significativas cuando se compararon las pruebas iniciales y finales (T0 versus T3). Mas aún, al final de los dos ciclos, BP arrojó resultados significativamente mejores que los observados después de TP en PSmax y PWmax (15,4 km h-1 y 254 W en TBP3 vs. 15,0 km h-1 y 240 W en el TTP3). Luego del modelo BP, los aumentos en el VO2max relacionados con la puesta a punto de 2% en PSmax y de 4,5% en la potencia de remo fueron similares a las mejoras de rendimiento que se observaron en estudios previos, luego de las fases de puesta a punto de 1-4 semanas en nadadores, ciclistas y corredores de fondo altamente entrenados (Houmard et al. 1994; Mujika et al. 1996, 2002; Neary et al. 2003). En contraste, la fase de puesta a punto del ciclo TP (CTP) sólo permitió el mantenimiento de los cambios previamente inducidos por el entrenamiento en PWmax, junto con un aumento en SRmax. Estos resultados inesperados después de CTP podrían estar relacionados con una pérdida de la capacidad de los kayakistas de aplicar la fuerza en cada una de las remadas. Por lo tanto, se necesitaría una mayor frecuencia de remada para mantener la producción de potencia de remo requerida y/o la velocidad del bote. Estos datos coinciden con los resultados de un estudio reciente realizado con piragüistas de alto nivel donde observaron aumentos similares en la frecuencia de remada luego de 5 semanas de la finalización del entrenamiento (García-Pallarés et al. 2009b). Por consiguiente, una fase de puesta a punto subsiguiente a un ciclo de BP también podría producir mayores aumentos en el rendimiento en piragüismo (es decir PWmax y SRmax) en comparación a lo obtenido después de un ciclo TP. En conjunto, estos datos sugieren que BP fue mas eficaz que TP para evitar la pérdida de los efectos residuales del entrenamiento y para alcanzar un mejor rendimiento en piragüismo durante la fase de puesta a punto en los atletas altamente entrenados.

Por último, aunque es muy difícil plantear comparaciones de rendimiento en piragüismo durante las pruebas y las competencias, debido a la presencia de una gran cantidad de variables de confusión que pueden afectar considerablemente los tiempos parciales (por ejemplo la velocidad y dirección del viento, la temperatura y salinidad del agua, la profundidad, las corrientes), vale la pena destacar que los resultados obtenidos durante las competencias en los eventos principales de las temporadas respectivas también fueron muy diferentes entre los ciclos. Por ello, después del enfoque de entrenamiento tradicional (temporada 2006-2007), ninguno de los atletas logró clasificar para los Juegos Olímpicos de Beijing durante los Campeonatos Mundiales 2007. Sin embargo, durante la temporada 2007-2008, siguiendo un diseño de entrenamiento BP, cuatro miembros del equipo lograron clasificar para los Juegos Olímpicos y, lo más importante, es que unos meses después dos de estos atletas ganaron la medalla de oro en los Juegos Olímpicos.

En resumen, en piragüistas de élite, las fases de entrenamiento cortas (5 semanas) establecidas siguiendo un modelo de periodización en bloques (BP) donde se utilizó la mitad del volumen de entrenamiento total, pero con una acumulación de carga de trabajo 10% más alta sobre los objetivos de entrenamiento seleccionados (45-60% del volumen de entrenamiento total) dentro de cada fase, produjeron un estímulo de entrenamiento más eficaz para la mejora del rendimiento en piragüismo que el producido siguiendo un modelo de periodización tradicional (TP). Los resultados del estudio presente también sugieren que, luego de una fase de puesta a punto, el diseño con BP podría ser una estrategia más útil para mantener los efectos residuales del entrenamiento en SRmax así como también para alcanzar mayores incrementos en ciertas variables relacionadas al rendimiento de paleo (i.e. PWmax y SRmax).

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen al personal del Centro de Medicina de Deportes de Alto Rendimiento Andaluz en Sevilla y al personal del Centro de Investigación de Ciencias y Deportes de Alto rendimiento (CARICD) en Madrid por su excelente ayuda técnica, con los instrumentos de laboratorio y por la colaboración médica con los atletas. También deseamos agradecer el gran esfuerzo, el compromiso y el profesionalismo del grupo de piragüistas seleccionados que participaron en esta investigación. Este trabajo no recibió ningún tipo de financiamiento.

REFERENCIAS

  1. Bishop D., Bonetti D., Dawson B. (2002). The influence of pacing strategy on VO2 and supramaximal kayak performance. Med. Sci. Sports Exerc. 34:1041–1047
  2. Bompa T., Haff G. (2009). Periodization: theory and methodology of Human Kinetics, Champaign Bondarchuk AP (1988) Constructing a training system. Track Tech. 102:3254–3269
  3. Coyle E.F., Martin W.H., Sinacore D.R., Joyner M.J., Hagberg J.M., Holloszy J.O. (1984). Time course of loss of adaptations after stopping prolonged intense endurance training. J. Appl. Physiol. 57:1857–1864.
  4. Fry R.W., Morton A.R. (1991). Physiological and kinanthropometric attributes of elite flatwater kayakists. Sci. Sports Exerc. 23:1297–1301
  5. García-Pallarés J., Sánchez-Medina L., Carrasco L., Díaz A., Izquierdo M. (2009a). Endurance and neuromuscular changes in world-class level kayakers during a periodized training cycle. J. Appl. Physiol. 106:629–638
  6. García-Pallarés J., Carrasco L., Díaz A., Sánchez-Medina L. (2009b). Post-season detraining effects on physiological and performance parameters in top-level kayakers: comparison of two recovery strategies. J. Sports Sci. Med. 8:622–628
  7. García-Pallarés J., Sánchez-Medina L., Pérez C.E., Izquierdo-Gabarren M., Izquierdo M. (2010). Physiological effects of tapering and detraining in world-class kayakers. Med. Sci. Sports Exerc. doi: 10,1249/MSS.0b013e3181c9228c
  8. Hickson R.C., Kanakis C. Jr., Davis J.R., Moore A.M., Rich S. (1982). Reduced training duration effects on aerobic power, endurance, and cardiac growth. J. Appl. Physiol. 53:225–229
  9. Houmard J.A., Scott B.K., Justice C.L., Chenier T.C (1994). The effects of taper on performance in distance runners. Med. Sci. Sports Exerc. 26:624–631
  10. Issurin V. (2008). Block periodization versus traditional training theory: a review. J. Sports Med. Phys. Fitness 48:65–75
  11. Marfell-Jones M., Olds T., Stewart A.D., Carter L. (2006). International Standards for Anthropometric Assessment. International Society for the Advancement of Kinanthropometry (ISAK). Potchefst-room, South Africa, pp 61–75
  12. Mujika I., Padilla S. (2000). Detraining: loss of training-induced physiological and performance adaptations. Part I: short term insufficient training stimulus. Sports Med. 30:79–87
  13. Mujika I., Busso T., Lacoste L., Barale F., Geyssant A., Chatard J.C. (1996). Modeled responses to training and taper in competitive Med. Sci. Sports Exerc. 28:251–258
  14. Mujika I., Padilla S., Pyne D. (2002). Swimming performance changes during the final 3 weeks of training leading to the Sydney 2000 Olympic Games. Int. J. Sports Med. 23:582–587
  15. Neary J.P., Bhambhani Y.N., McKenzie D.C (2003) Effects of different stepwise reduction taper protocols on cycling performance. Can. Appl. Physio.l 28:576–587
  16. Shepley B, MacDougall JD, Cipriano N, Sutton JR, Tarnopolsky MA, Coates G (1992) Physiological effects of tapering in highly trained athletes. J Appl Physiol 72:706–711
  17. Tesch P., Piehl K., Wilson G., Karlsson J. (1976). Physiological investigations of Swedish elite canoe competitors. Med. Sci. Sports 8:214–218
  18. Tesch P., Piehl K., Wilson G., Karlsson J. (1983). Physiological characteristics of elite kayak paddlers. Can. J. Appl. Sport Sci. 8:87–91
  19. Van Handel P.J., Katz A., Troup J.P., Daniels J.T., Bradley P.W. (1988). Oxygen consumption and blood lactic acid response to training and taper. In: Ungerechts VBE, Wilke K, Reischle K (eds) Swimming Science. Human Kinetics, Champaign, IL, pp 269– 275
  20. Van Someren K.A., Oliver J.E. (2002). The efficacy of ergometry determined heart rates for flatwater kayak training. J. Sports Med. 23:28–32

 

Para citar este artículo en su versión original

Jesús García-Pallares, Miguel García-Fernández, Luis Sánchez-Medina y Mikel Izquierdo. (2010).Performance changes in world-class kayakers following two different training periodization models. Eur. J. Appl. Physiol.

DOI 10,1007/s00421-010-1484-9

Facebook Comments