23 Jun Entrenamiento de Nadadores de Élite en Altura para el Rendimiento a Nivel del Mar (Proyecto Altitud).
Ferran A. Rodríguez1, Xavier Iglesias1, Belén Feriche2, Carmen Calderón-Soto3, Diego Chaverri1, Nadine B. Wachsmuth4, Walter Schmidt4, And Benjamín D. Levine5
1INEFC—Barcelona Sport Sciences Research Group, National Institute of Physical Education of Catalonia, University of Barcelona, Barcelona, SPAIN;
2Department of Physical Education and Sport, Faculty of Sport Sciences, University of Granada, Granada, SPAIN;
3Altitude Training Center of Sierra Nevada, Consejo Superior de Deportes, Granada, SPAIN;
4Department of Sports Medicine and Physiology, University of Bayreuth, Bayreuth, GERMANY; and
5Institute for Exercise and Environmental Medicine, Texas Health Presbyterian Dallas, and University of Texas Southwestern Medical Center at Dallas, Dallas, TX
RESUMEN
Introducción: Este estudio controlado, no aleatorizado, con grupos paralelos analizó los efectos sobre el rendimiento, el VO2 y la masa de hemoglobina (tHbmass) de cuatro intervenciones de entrenamiento preparatorias durante la temporada: vivir y entrenar a una altitud moderada por 3 y 4 semanas (Hi-Hi3, Hi-Hi), vivir alto y entrenar alto y bajo (Hi-HiLo, durante 4 semanas), y vivir y entrenar a nivel del mar (SL) (Lo-Lo, durante 4 semanas). Métodos: De 61 nadadores de élite, 54 cumplieron con todos los criterios de inclusión y realizaron los tests contrarreloj de 50 y 400 m de crol (TT50, TT400), y de 100 (velocistas) o 200 m (no velocistas) con la mejor brazada (TT100 / TT200). El consumo de oxígeno máximo (VO2max) y la FC se midieron mediante un test incremental de 4 x 200 m. La carga de entrenamiento se estimó utilizando el método de impulso de entrenamiento acumulativo y el índice de esfuerzo percibido de la sesión (RPE). Las mediciones realizadas al inicio del estudio (PRE) se repitieron inmediatamente (POST) y una vez por semana luego del regreso al nivel del mar (SL) (PostW1 a PostW4). La tHbmass se midió por duplicado antes (PRE) y una vez por semana durante el campamento con re-inhalación de CO. Los efectos se analizaron utilizando un modelo lineal mixto. Resultados: Los valores de TT100 y TT200 no cambiaron o incluso disminuyeron inmediatamente (POST), pero mejoraron aproximadamente 3,5% independientemente de haber vivido o entrenado en SL o altitud después de al menos 1 semana de recuperación en SL. El grupo Hi-HiLo obtuvo la mayor mejora 2 semanas (5,3%) y 4 semanas (6,3%) después del campamento. Hi-HiLo también presentó una mayor mejora en TT400 y TT50 2 (4,2% y 5,2%, respectivamente) y 4 semanas (4,7% y 5,5%) luego del regreso. Esta mejora del rendimiento no se relacionó linealmente con los cambios en VO2max o tHbmass. Conclusiones: Un campamento de entrenamiento bien implementado de 3 o 4 semanas puede disminuir el rendimiento inmediatamente después del mismo, pero claramente mejora el rendimiento incluso en nadadores de élite después de un período de recuperación a nivel del mar (SL). La estrategia Hi-HiLo durante 4 semanas mejoró el rendimiento en natación mucho más allá de los grupos controles en altitud y SL a través de complejos mecanismos que implicaban la vida altitud y efectos de entrenamiento a nivel del mar (SL).
Palabras clave: hipoxia, natación, masa de hemoglobina, atletas de élite, consumo de oxígeno
El entrenamiento en altura (AT) ha sido un tema de investigación extensa durante medio siglo, y a pesar de algunos puntos de vista escépticos (23), todavía conserva un rol importante en la preparación de atletas en muchos países (37, 47). El concepto teórico global detrás de esta práctica es el efecto independiente y combinado de los procesos fisiológicos de aclimatación a la hipoxia crónica y los derivados del entrenamiento bajo el estrés adicional impuesto por el ejercicio en un ambiente hipóxico.
El enfoque clásico (“vivir alto, entrenar alto, Hi-Hi”) utilizado desde finales de los años sesenta, implica que los atletas residentes a nivel del mar (SL) viajen y posteriormente vivan y entrenen en altitud moderada, típicamente 1800-2500 m durante 2-4 semanas; un enfoque similar también ha sido utilizado por atletas que residen a tiempo completo en altura. A pesar de ser utilizado por muchos nadadores y entrenadores de élite, hay una notable falta de estudios controlados sobre el AT en natación en la literatura científica, y no hay evidencia clara de que el entrenamiento en altitud natural provoque una mejora en el rendimiento mayor que el entrenamiento a SL (31).
En una serie de estudios publicados en los años noventa, Levine y Stray-Gundersen (22) aportaron evidencia sólida de que la estrategia de “vivir alto, entrenar bajo” (Hi-Lo) podía mejorar el rendimiento en carreras de 3000 a 5000 m de atletas universitarios de EEUU. Este enfoque se modificó para limitar las sesiones de entrenamiento de baja altitud a sólo sesiones de entrenamiento de alta intensidad y posteriormente fue denominado “vivir alto, entrenar alto y bajo” (41). Aunque hubo una variabilidad individual sustancial en la respuesta (6), la mejora en el rendimiento de carreras se asoció con un aumento en la masa de glóbulos rojos, un aumento subsiguiente en el consumo de oxígeno máximo (VO2max), el mantenimiento de velocidades de entrenamiento de alta intensidad y del flujo de oxígeno hacia los músculos (efecto de la baja altitud) (41). Este paradigma fue confirmado repetidamente por múltiples investigadores en atletas de resistencia de élite que realizaban diferentes deportes, entre los que se incluían las carreras (running) (41), la orientación (46) y el ciclismo (15). Sin embargo, es muy difícil comparar estos estudios directamente entre sí, dadas las numerosas diferencias en el diseño experimental entre las que se incluye el tipo de atletas comparados, las mediciones de rendimiento, el control de las variables de confusión, los efectos de placebo/nocebo y, lo más importante, la naturaleza de la exposición a la altitud (i.e, exposición verdadera a la altitud terrestre o exposición nocturna a gas hipóxico normobárico) (17). A pesar de que en la última década el enfoque Hi-Lo ha suplantado en gran medida el entrenamiento en altura (AT) clásico en la literatura científica y entre muchos atletas de resistencia (37), no se han realizado estudios con la estrategia Hi-Lo en nadadores. Otra cuestión clave que aun no tiene respuesta y que rara vez se tiene en cuenta es el cronograma adecuado de regreso a nivel del mar (SL) antes de la competencia (4).
En vista de la desconexión entre la evidencia de investigación y el uso práctico de AT, particularmente en el caso de nadadores de élite, un grupo internacional de investigadores se reunió para llevar a cabo un proyecto de investigación internacional multidisciplinario y colaborativo (The Altitude Project) para examinar el efecto de diferentes estrategias actuales de AT sobre el rendimiento, la técnica y el estado de salud de los nadadores de élite. Este artículo se centra en el rendimiento, la cinética de consumo de oxígeno y la masa de hemoglobina, y estará acompañado de otras publicaciones que aborden otros objetivos de este proyecto.
En consecuencia, los objetivos de este estudio son los siguientes: 1) probar la hipótesis de que vivir a una altitud moderada (2230 m) y entrenar tanto a moderada como a baja altitud durante 4 semanas (Hi-HiLo) (AT terrestre clásico) durante 3 (Hi-Hi3) o 4 semanas (Hi-Hi) provoca una mayor mejora en el rendimiento de nado a nivel del mar que vivir y entrenar a baja altitud (entrenamiento Lo-Lo convencional), 2) determinar si los mecanismos adaptativos se ajustan al “paradigma eritropoyético” (i.e, son principalmente de naturaleza hematológica, mediante la activación de la eritropoyesis por hipoxia inducida y un posterior aumento de VO2max), y 3) cuantificar el efecto eventual de las diferentes intervenciones sobre el rendimiento luego del regreso a nivel del mar (SL), y realizar un seguimiento de los cambios durante un largo período de 4 semanas sin realizar una puesta a punto simultánea.
MÉTODOS
Diseño del estudio
El estudio siguió un diseño controlado, no aleatorizado, con cuatro grupos paralelos, en donde se compararon los cambios en el rendimiento de nado, el VO2max, parámetros de cinética de oxígeno y masa total de hemoglobina (tHbmass) después de una intervención experimental que consistió en campamentos de entrenamiento en cuatro condiciones diferentes: 1) vivir y entrenar o a una altitud moderada (2320 m por encima de SL) durante 4 semanas (Hi-Hi), 2) intervención idéntica durante 3 semanas (Hi-Hi3), 3) vivir en altitud (2320 m) y entrenar en altitud moderada y baja (690 m) durante 4 semanas Hi-HiLo), y 4) vivir y entrenar cerca del nivel del mar (SL) (190 o 655 m) durante 4 semanas (Lo-Lo).
Todos los atletas fueron estudiados en el mismo momento de su temporada competitiva como se indica en la siguiente sección. Al inicio del estudio, se solicitó a los entrenadores que implementaran un programa de entrenamiento inicial la semana previa a las determinaciones que se efectuaron al comienzo del estudio (línea de base), en donde carga de entrenamiento se redujo para evitar fatiga excesiva antes de las pruebas iniciales de natación. A continuación, todos los nadadores y sus entrenadores viajaron a Sabadell, Barcelona (190 m) o Madrid (655 m), España, donde permanecieron durante 3-5 d para realizar las evaluaciones iniciales. A continuación, todos los nadadores asignados a los grupos de AT viajaron al Centro de Entrenamiento de Elevada Altitud en Sierra Nevada (2320 m), España, donde vivieron 3 o 4 semanas. Los dos subgrupos Lo-Lo vivieron y entrenaron en Sabadell (n=4) y en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) en Madrid (n= 7). Uno de los subgrupos Hi-Hi3 (n= 6) fue evaluado en Granada, España (690 m). En todos los casos, las evaluaciones iniciales y finales se realizaron en el mismo lugar y centro. Para minimizar el sesgo de instrucción (efectos placebo/nocebo), la asignación de grupo se realizó respetando el acuerdo previo con los entrenadores de cabecera de los equipos en función de su modo de intervención preferido (campamentos de altura Hi-Hi o Hi-HiLo 3 o 4 semanas o campamento SL) y la aceptación por parte de los entrenadores y de los atletas de sus características y procedimientos. Para minimizar el sesgo a partir de las diferencias en las metodologías de entrenamiento individuales de los equipos, cada grupo experimental estuvo compuesto por nadadores de al menos dos equipos y nacionalidades diferentes.
Para evaluar los efectos sobre el rendimiento y los parámetros fisiológicos, antes de la intervención experimental (PRE), todos los sujetos participaron en tres sesiones de prueba compuestas por los siguientes eventos: 1) dos pruebas contrarreloj de natación de 50 m (TT50) y de 100 o 200 m (TT100 o TT200), 2) una prueba contrarreloj de natación de 400 m (TT400), y 3) un test incremental de natación de 4 x 200 m (T4x200). Todas las mediciones fueron repetidas 1-2 días después (POST) y 1 (PostWl), 2 (PostW2), 3 (PostW3), y 4 (PostW4) semanas después de la finalización del campamento de entrenamiento. De esta manera, se evaluarían tanto los efectos inmediatos como la respuesta a mas largo plazo de la intervención. La tHbmass se midió por duplicado (Prel y Pre2) en dos días separados, y se tomó como valor basal el promedio de estas mediciones (PRE). Las mediciones se repitieron una vez en la primera (W1), segunda (W2), tercera (W3) y cuarta (W4) semanas durante el período de intervención en todos los grupos de altitud y en W4 en el grupo SL que realizó el entrenamiento a nivel del mar (Lo-Lo). En la Figura 1 se muestra un esquema del diseño del estudio y el cronograma de las pruebas.
Lead in period= Período previo al estudio (línea de base); Training period= Período de entrenamiento; Follow up period= Período de seguimiento; Altitude (m)= Altitud (m); Time trials= Pruebas contrarreloj; VO2 tests= Tests de VO2; tHBmass Hmatology= Parámetro hematológico. Masa de glóbulos rojos; W= Semana
Figura 1: Cronograma del estudio (para una mayor explicación consultar el texto)
Sujetos
En el estudio participaron sesenta y un nadadores, 34 mujeres y 27 varones. El tamaño de la muestra se calculó sobre la base de un aumento potencial de VO2max del 5% (media±SD, 3±3,2 mL-kg-1 min-1), en base a estudios previos (22) que establecían la necesidad de contar con 11 atletas por grupo de intervención (β= 0,80,α = 0,05), lo que significó un total de 44 atletas. Los sujetos eran nadadores de ocho países (Australia, Brasil, China, Gran Bretaña, Países Bajos, Eslovenia, España y Túnez). Los criterios de selección fueron: haber competido internacionalmente durante la temporada previa y/o haber sido preseleccionados como miembros de sus equipos nacionales y/o equipos olímpicos. Los criterios de exclusión incluyeron residencia a una altitud superior a 1000 m en los 6 meses previos, enfermedad o lesiones recientes que pudieran impedir el entrenamiento normal y las carreras, y tener un bajo nivel de ferritina al inicio del estudio (<20 ng/mL para mujeres y <30 ng/mL para los varones). Todos los sujetos y los representantes legales de aquellos nadadores menores de 18 años de edad dieron su consentimiento por escrito para participar en el estudio, el cual fue previamente aprobado por el Comité de Ética para la Investigación Médica Deportiva de Cataluña. Para analizar el nivel competitivo de los sujetos se utilizó el sistema de Puntuación FINA y a cada nadador se le adjudicó una puntuación (rango 0-1100), en función de su mejor tiempo en su evento mas importante aumentando o disminuyendo desde 1000 puntos sobre la base del rendimiento total 2012 más rápido en cada evento. Los nadadores fueron categorizados como velocistas o no-velocistas, es decir, especialistas en 50-100 m o en 200-1500 m, respectivamente en función de cual haya sido su mejor evento. Antes del análisis de los datos, una participante fue excluida por los bajos niveles iniciales de ferritina, un varón y una mujer fueron excluidos del campamiento de entrenamiento por su entrenador, un varón y una nadadora fueron excluidos porque no pudieron realizar las pruebas POST y un varón y una mujer fueron excluidos porque tuvieron que abandonar el estudio por razones personales. Cincuenta y cuatro sujetos, 30 mujeres y 24 varones, completaron con éxito el protocolo de intervención (Tabla 1). Después de la asignación final a los grupos, no se observaron diferencias significativas entre los cuatro grupos experimentales en términos de nivel de rendimiento, altura corporal o masa corporal, VO2max o tHbmass. Los nadadores del grupo Lo-Lo (19,6 ±2,9 años) fueron más jóvenes que los del grupo Hi-HiLo (media±SD, 23,7±3,5 años) (P=0,02), pero no se observaron diferencias entre los otros grupos.
Tabla 1: Características del sujeto, índices fisiológicos y nivel de desempeño.
Los valores se presentan en forma de Media±SD. Los grupos son los siguientes: LoLo(4 sem); Hi-Hi3 (3 sem); Hi-HI (4 sem); y Hi-Lo ( 4 sem). BM= Masa corporal; FPS= Puntuaciones FINA 2012 del mejor tiempo personal (recorrido largo); VO2max= Consumo de oxígeno máximo durante el test de natación 4 x 200m
Evaluación del rendimiento
Pruebas contrarreloj de natación.
La principal variable de medición de este estudio fue el rendimiento de nado, medido a través de pruebas contrarreloj en tres distancias: 50 m de crol (TT50), 400 m de crol (TT400), y 100 o 200 m con la mejor brazada personal para velocistas y no velocistas, respectivamente (TT100 o TT200). Todas las pruebas fueron realizadas en la misma piscina cubierta de 50 m (temperatura: agua, 26 °C-27 °C, aire, 27 °C-28 °C). Después de una entrada en calor estándar de competencias, se sugirió a los nadadores que alcanzaran el mejor tiempo posible en cada prueba, en donde solamente nadaron. La largada fue similar a la de las competencias, y el tiempo fue registrado manualmente por tres controladores experimentados con un nivel de apreciación de 0,01 s, uno de los cuales fue el entrenador personal del nadador. La media/la mediana se utilizó para el análisis. La FC fue monitoreada continuamente (CardioSwim, Freelap, Suiza), y se midió el VO2 inmediatamente después del ejercicio durante 3 min. El programa de evaluación PRE y POST fue realizado en dos días consecutivos. El día 1, se realizaron dos sesiones, de la siguiente manera: en la sesión de la mañana se realizó T4x200 y en la sesión de la tarde se realizó TT100 o TT200. El día 2, T4x200 se repitió en la mañana y TT50 y TT400 por la tarde, lo que permitió disponer de un período de recuperación de al menos 60 min en el medio. El cronograma de evaluación desde POST a PostW4 consistió en dos sesiones realizadas por la tarde después de haber realizado una sesión de entrenamiento liviana por la mañana. El día 1, se realizaron las pruebas TT50 y TT400. El día 2, se realizaron las pruebas TT100 o TT200.
Evaluaciones en la piscina.
La variable de medición secundaria del estudio fue el VO2max medido mediante un test de natación incremental de 4 x 200 m (T4x200) en la misma piscina cubierta de 50 m. Se utilizó un protocolo de ejercicios de natación incremental basado en un protocolo previo en el canal de nado (34). Después de aproximadamente 30 minutos de entrada en calor, los sujetos nadaron tres veces 200 m de crol en velocidades fijadas (0,9, 1,0 y 1,1 m/s para las mujeres y 1,0, 1,1 y 1,2 m/s para los varones). El ritmo de nado se controló utilizando una computadora programada para producir señales de audio en intervalos establecidos. Un asistente ubicado afuera de la piscina coordinó sus pasos con las señales de audio y los conos marcadores situados en intervalos de 5 m en la orilla de la piscina. El ayudante llevaba un poste con una delgada cinta de nylon y una cinta roja atada al final. Los sujetos debían seguir de cerca la cinta roja que se movía por delante y por debajo de la superficie del agua. Las vueltas de nado también fueron cronometradas cada 50 m. Después de los nados submáximos regulados (los resultados se informan por separado), después de 10 minutos de recuperación pasiva, los sujetos completaron un nado máximo de crol de 200 m para determinar el VO2max.
Para el análisis de la cinética del VO2max, se identificaron las dos primeras fases del modelo trifásico generalmente adoptado, porque la duración y la intensidad del ejercicio limitaron la aparición del componente lento (fase III) (38). La fase I (componente cardiodinámico) se determinó como el tiempo desde el inicio del ejercicio hasta el punto de incremento más pronunciado en VO2, y su duración se calculó como la demora en el tiempo del componente primario (TDp). Los parámetros de la fase II (componente principal) se estimaron utilizando un modelo monoexponencial de acuerdo con la siguiente ecuación:
VO2 (t) = Ao + Ap (1- e-(t-TDp) /Tp)
Donde t (s) es el tiempo transcurrido desde el inicio del ejercicio, Ao es la amplitud de la línea de base, Ap es la amplitud del componente principal, TDp (s) es la demora en el tiempo del primer término exponencial y es igual a la duración de la fase I (componente cardiodinámico), y Tp es la constante de tiempo del componente principal. La amplitud total (Atot) se calculó como Atot = Ao + Ap. En un análisis preliminar, el VO2max se calculó a partir del nado máximo de 200 m como la amplitud asintótica de la ecuación monoexponencial (Atot) y como los valores promediados de los últimos 20-s (3450±711 vs 3364±713 mL min-1, respectivamente P=0,105). Debido a que ambos valores eran iguales, se seleccionó Atot como el mejor representante del mayor VO2 alcanzado durante la prueba de nado máxima de 200 m y, por tanto, como VO2máx del nadador (30). La confiabilidad de las mediciones de VO2max se caracterizaron por un error típico (TE) del 3,1% (intervalo de confianza del 95% (IC), 1,1%-5,1%; n=9).
Entrenamiento y Monitoreo
Los planes de entrenamiento individualizados de los nadadores fueron desarrollados por sus propios entrenadores personales altamente experimentados en AT y muy familiarizados con las características especiales del medio ambiente. Ellos podían implementar su propio programa de entrenamiento de acuerdo a su experiencia previa y al nivel de aptitud física del nadador y de la respuesta individual previa y esperada a la altitud. Todos los entrenadores hicieron hincapié en la resistencia, la velocidad en intervalos cortos, la fuerza y la flexibilidad. Por lo general, los horarios de entrenamiento incluyeron una sesión por la mañana y otra por la tarde, y un entrenamiento fuera del agua generalmente orientado hacia la fuerza y la flexibilidad de lunes a sábado por la mañana. Durante el campamento de entrenamiento, el seguimiento cuidadoso del descanso, la frecuencia cardíaca (HR) durante el ejercicio y la supervisión del tiempo de entrenamiento permitieron el cálculo del ”impulso de entrenamiento” para cada entrenamiento diario. El estudio se llevó a cabo durante el primer macrociclo (temporada corta) del año olímpico (octubre a diciembre de 2011) antes de los Juegos Olímpicos de Londres de 2012. El período de intervención estuvo compuesto por un mesociclo de 3 o 4 semanas durante la fase de preparación general (principios/mediados de octubre hasta principios/mediados de noviembre). El período de seguimiento del rendimiento (POST) estuvo formado por parte del macrociclo de preparación específico (principios/mediados de noviembre hasta principios/mediados de diciembre) e incluyó algunas carreras de mitad de temporada. Antes de la participación, se acordó con todos los entrenadores que la carga de entrenamiento no se reduciría sustancialmente y no se realizaría ninguna puesta a punto durante la fase de seguimiento de 4 semanas para permitir la evaluación completa de la intervención de entrenamiento. Antes de todas las pruebas de rendimiento, se solicitó a los entrenadores que reduzcan la carga de entrenamiento el día anterior para minimizar la influencia de la fatiga.
El entrenamiento en piscina fue monitoreado usando monitores de frecuencia cardíaca (HR) impermeables (CardioSwim, Freelap, Suiza), que registraron la frecuencia cardíaca latido por latido y los tiempos por vuelta. Se colocaron transmisores con balizas (TX H2O, Freelap, Suiza) en los extremos de la piscina para que los microprocesadores de los monitores de HR pudieran registrar los tiempos por vuelta, los intervalos de descanso y la velocidad media en 50 m. Las HR se evaluaron a partir de los intervalos RR, fueron interpoladas cada 1-s y promediadas en intervalos 5-s. El entrenamiento fuera del agua fue monitoreado con monitores de latidos Polar RS800CX (Polar Electro Oy, Finlandia) con los mismos intervalos de promedio de 5 s. Al final de cada sesión de entrenamiento, los datos fueron descargados, procesados y almacenados usando el software Freelap Manager y Polar Pro-Trainer-5.
Estimación de la carga de entrenamiento.
El método de impulso de entrenamiento (TRIMP) (2) se utilizó para cuantificar la carga de entrenamiento interna. Además, para mejorar la estimación al monitorear las sesiones de entrenamiento intervalado, se utilizó un método de cálculo modificado (método de impulso de entrenamiento acumulativo (TRIMPc)) (13), de la siguiente manera:
Donde TRIMPc es TRIMP acumulativo (a.u.) y n es la cantidad total (acumulada) de intervalos de ejercicio y descanso durante la sesión de entrenamiento, cada una con su índice de frecuencia cardíaca (HR) correspondiente. Para poder comparar los valores de TRIMPc en SL y a 2320 m por encima del nivel del mar, se utilizó un factor de corrección basado en los resultados de los experimentos realizados por Wehrlin y Hallén (45) sobre los cambios en VO2 y otros parámetros cardiorespiratorios y metabólicos que se producen con el aumento de la altitud en carreras realizadas en cinta rodante. Sobre la base de sus datos, para la misma carga absoluta (55% de V˙O2max), la HR fue aproximadamente 8% (90% IC, 6%-10%) más alta a 2300 m de altitud, en comparación con el nivel del mar (SL) (300 m), y la HR máxima disminuyó aproximadamente un 2,1% (IC del 90%, 1,6% -2,6%). Para minimizar el efecto de la elevación de la HR en reposo en los cálculos de TRIMPc, se utilizaron los valores de HR en reposo durante el test de variabilidad (6 min en posición supina en la mañana antes de realizar cualquier otra actividad) medidos diariamente (primeros 9 d) o dos veces a la semana (durante el resto del campamento de entrenamiento).
Registro de entrenamiento y seguimiento médico.
Durante el campamento de entrenamiento, cada atleta mantuvo un registro de entrenamiento detallado, que incluyó 1) un cuestionario de 10 ítems auto administrado para evaluar la intensidad del entrenamiento dentro de los 30 minutos después de cada sesión de entrenamiento (RPE de la sesión o s-RPE), 2) un cuestionario de fatiga con 10 items (TSF-10), modificado a partir de un cuestionario previo de 7 items desarrollado para nadadores (1), 3) el cuestionario de Puntaje de Lake Louise para la evaluación de los síntomas agudos de mal de altura, y 4) cambios en el estado de salud (enfermedad , lesión, síntomas clínicos, menstruación, etc.) y de bienestar, junto con el resultado de la consulta con un profesional de la salud. En este trabajo solo se publicarán los resultados de las dos primeras evaluaciones.
Nutrición y Suplementos de Hierro
Durante todo el estudio, se proporcionó nutrición deportiva de alta calidad a los sujetos bajo la supervisión de su equipo de nutricionistas o fisiólogos con apoyo del personal de nutrición de los centros de entrenamiento en caso de que fuera solicitado. Los sujetos pudieron consumir agua ad libitum en todo momento y se les recomendó encarecidamente que bebieran tanto como fuera posible. Un mes antes de comenzar el estudio, se solicitó a los equipos que realizaran un análisis de sangre a todos los nadadores en su país de residencia. Se recomendó la administración de suplementos de hierro (100 mg de Fe++ por día), incluso para aquellos que tenían valores normales de ferritina, pero esto no fue obligatorio. Para algunos sujetos que tenían un nivel subóptimo de ferritina (<50 ng mL-1) o antecedentes de deficiencia de hierro o de episodios anémicos, el tratamiento bajo prescripción y supervisión de su personal médico fue un requisito para la participación. Durante el período de registro, se analizó la concentración sérica de ferritina utilizando un inmunoensayo de electroquimioluminiscencia (Roche Diagnostics GmbH, Mannheim, Alemania). Un varón tenía bajo nivel de ferritina (17 ng mL-1) y fue excluido del estudio. El valor medio (± SD) fue de 110±73 ng mL-1 (rango, 28-380). La ferritina también se controló semanalmente en todos los grupos de altitud durante el período de intervención.
Masa Total de Hemoglobina
La masa total de hemoglobina (THbmass) se midió utilizando el método optimizado de re-inhalación de CO, tal como lo describen Schmidt y Prommer (39) con algunas modificaciones (16, 27). En resumen, los sujetos inhalaron un bolo de monóxido de carbono (1,0 ml CO/kg para varones y 0,8 ml/kg para mujeres), seguido de 3 litros de oxígeno puro y respiraron dentro de un espirómetro de sistema cerrado (SpiCo, Bayreuth, Alemania) durante 2 min. El volumen de CO administrado en altitud se ajustó en función de la presión barométrica. Se analizó la sangre arterial a partir del lóbulo de la oreja antes y después del período de re-inhalación (a los 6 y 8 min) para analizar el contenido de carboxihemoglobina (COHb) usando un hemoximetro de CO (OSM3, Radiometer, Dinamarca). La COHb se midió por sextuplicado antes y por triplicado a los 6 y 8 min después de iniciar el período de inhalación. Para calcular la cantidad de CO no absorbida durante el tiempo de inhalación y la cantidad exhalada después del test, se determinó el CO restante en el espirómetro y la concentración de CO espiratorio final utilizando un analizador portátil de CO (Draeger, Luebeck, Alemania). En nuestro laboratorio móvil, la confiabilidad de este método, determinada durante este estudio mediante test-retest, se caracterizó por un TE de 1,3% en los atletas varones y 1,5% en mujeres, con un promedio de 1,35% (IC del 95%, 0,10% 2,65%).
Campamento de entrenamiento y efectos de placebo/nocebo
Todos los campamentos de entrenamiento se llevaron a cabo en centros de entrenamiento que cumplían estándares internacionales, ya sea a SL o en altitud, donde los sujetos vivieron y entrenaron grupalmente durante todo el período de intervención. En la fase de reclutamiento, se ofreció a los entrenadores elegir entre las cuatro diferentes intervenciones y se les pidió que llevaran al campamento de entrenamiento sólo aquellos nadadores que tenían expectativas positivas o neutrales con respecto al efecto de esa intervención en su preparación y rendimiento futuro. Para evaluar los posibles efectos placebo o nocebo de la intervención, se completaron dos cuestionarios ad hoc al inicio y al final del período de intervención, antes de los exámenes PRE y POST, respectivamente, uno para los entrenadores principales y otro para los nadadores. En el cuestionario, se les pidió a los entrenadores que respondieran (sí, no o no estoy seguro) si creían que la intervención elegida ayudaría (PRE) o habría ayudado (POST) a que los nadadores mejoraran su rendimiento de natación y si elegirían nuevamente la misma intervención al momento de ingresar al estudio (POST). En el cuestionario, se solicitó a los nadadores que declararan si creían que su campamento de entrenamiento podría ayudar (PRE) o había ayudado (POST) a mejorar el rendimiento en natación.
Análisis estadístico
Los datos descriptivos se presentan en forma de Media±SD. Los efectos sobre el rendimiento, los parámetros de cinética de O2 y la tHbmass se expresan como valores de cambio porcentual (Δ%) e IC del 90% de la media (±90% CI). Los valores del IC del 95% se utilizaron para otras variables tal como se indica. Para evaluar la relación entre VO2max, tHbmass y los indicadores de rendimiento, se utilizaron el coeficiente de correlación de Pearson (r) y el coeficiente de determinación (r2). Para evaluar el efecto de la intervención en la prueba contrarreloj de natación a lo largo del tiempo, la principal variable de medición de este estudio, se efectuó una comparación entre todos los puntos de tiempo utilizando el cambio porcentual de los valores iniciales PRE. Se utilizó el procedimiento de modelado lineal mixto para medidas repetidas (Proc Mixed) utilizando el paquete estadístico SAS (versión 9,1.3, SAS Institute, Cary, NC) para estimar las medias de efectos principales y las interacciones entre los grupos (Hi-Hi, Hi-Hi3 , Hi-HiLo y Lo-Lo) y los tests (PRE, POST, PostW1, PostW2, PostW3 y PostW4). En los casos en que se observaron efecto significativos, se realizó un análisis post hoc (test de Tukey) para identificar de donde provenían las diferencias. El mismo análisis se utilizó para las mediciones de tHbmass utilizando la media de Pre1 y Pre2 como valores iniciales (PRE) y la interacción de grupo y test durante la intervención (PRE, W1, W2, W3 y W4). Debido a que el análisis preliminar reveló diferencias en TRIMPc entre los grupos, se realizó un ANCOVA utilizando TRIMPc como covariable para el rendimiento en las tres pruebas contrarreloj. Para evaluar los efectos de la intervención sobre el VO2max, se realizó una comparación estadística entre el puntaje PRE y el puntaje obtenido después del período de intervención (POST) mediante un test t de muestras pareadas de dos colas en los cuatro grupos experimentales. El rendimiento de nado en prueba contrarreloj se evaluó una sola vez, considerando la alta confiabilidad de estas mediciones en un estudio previo con nadadores entrenados durante 100 m (TE, 1,4%, IC del 95%, T1,5%) y 400 m (TE, 1,5 %, IC del 95%, T1,5%) (34) y para evitar el estrés psicofísico indebido a los sujetos y el riesgo de bajo rendimiento. Se presentan los valores de P precisos, y el nivel de significación se estableció en P <α= 0,05 (probabilidad de error de tipo I).
RESULTADOS
Campamentos de entrenamiento
Después del período de intervención, todos los entrenadores (n= 8; 100%) respondieron en el cuestionario ad hoc que hubieran elegido nuevamente la misma intervención que en el momento de ingresar al estudio y que esperaban que la intervención elegida ayudaría a los nadadores a mejorar sus rendimientos. En su cuestionario PRE, todos los nadadores respondieron que (“sí”) habían elegido participar en el campamento de entrenamiento con la creencia de que les ayudaría a mejorar el rendimiento después de la intervención. En el cuestionario POST, sus respuestas a la misma pregunta fueron “sí” (n=49; 91%) o “no estoy seguro” (n=5; 9%). Estos últimos sujetos pertenecían a los grupos Lo-Lo (n = 1), Hi-Hi (n = 2) y Hi-Hi3 (n = 2). Ningún sujeto contestó “no”.
Durante el campamento, el TRIMPc promedio diario fue mayor en el grupo Hi-HiLo (258±95) que en Hi-Hi (205±102; P=0,01), Hi-Hi3 (177 ± 115, P< 0,001) y Lo-Lo (209 ±100, P = 0,006). Los valores medios diarios de TRIMPc fueron mayores en las mujeres que en los varones (245 vs 185, P<0,001). El TRIMPc, un indicador objetivo de carga de entrenamiento interna, mostró una fuerte correlación con el esfuerzo percibido después del entrenamiento (puntaje s-RPE) (r=0,724; P<0,001). Los valores diarios promedio de s-RPE en todo el campamento fueron mayores en Hi-Hi3 (5,3±1,8) que en los otros tres grupos (Hi-Hi: 4,4±1,9, P<0,001; Hi-HiLo: 4,8±1,5; P=0,01 y Lo-Lo: 4,6±1,8, P<0,001). Las puntuaciones medias diarias de TSF-10 fueron también más altas (P<0,001) en Hi-Hi3 (25,0±7,5) que en los otros tres grupos (Hi-Hi, 20,2±6,1, Hi-HiLo, 18,6±5,4 y Lo-Lo, 21,0±10,0) (ver Figura 1 del material suplementario digital. Comparación de los tres indicadores de carga de entrenamiento en todo el campamento, http://links.lww.com/MSS/A506.
Análisis principal: rendimiento de nado
En la Tabla 2 y la Figura 2 se presenta la evolución en el tiempo del rendimiento en prueba contrarreloj:
Tabla 2: Rendimiento de nado en pruebas contrarreloj en crol de 50 m (TT50) y de 400 m (TT400) y en 100 m (TT100) o 200 m (TT200) con la mejor brazada personal en los diferentes momentos; PRE, POST, PostW1 a PostW4 en cada uno de los grupos experimentales
Los valores se presentan en forma de media ±SD. También se presentan los valores de tamaño del grupo (n) y la cantidad de mujeres (F) y varones (M). Los valores entre paréntesis indican el número de pruebas en caso de que hubiera diferencias en el tamaño del grupo. Los grupos fueron los siguientes: Lo-Lo, Hi-Hi3, Hi-Hi, y Hi-HiLo. Las pruebas contrarreloj de natación fueron las siguientes: TT50=50 m estilo libre; TT400=400 m estilo libre; TT100=100 m con el mejor estilo; y TT200=200 m con el mejor estilo
*valores combinados de TT100 y TT200. Los momentos de medición fueron los siguientes: PRE=antes del campamento de entrenamiento; POST= inmediatamente después del campamento de entrenamiento; PostW1 a Post W4, 1-4 semanas después de la campamento de entrenamiento.
Las diferencias intra grupo para TT100 y TT200 no se presentan debido al pequeño tamaño de algunas submuestras en algunas comparaciones.
Las diferencias intra grupo en TT50, TT400 y TT100/200 en comparación con los tests previos fueron identificadas de la siguiente manera: aPRE, bPOST, cPostW1; DPostW2; EPostW3.
TT50. Inmediatamente después del campamento de entrenamiento (POST), el rendimiento en TT50 se mantuvo casi estable en todos los grupos, pero disminuyó en el grupo Hi-Hi3 y fue más lento que en PRE hasta PostW3 (Figura 2A). En PostW1, todos los grupos mejoraron el rendimiento (no se pudo evaluar el grupo Hi-Hi3) en comparación con PRE, de la siguiente manera: Lo-Lo (-2,0%; ±1,6%; P< 0,001), Hi-Hi (Δt = -4. 0%, ±0,9%, P< 0,001), y Hi-HiLo (Δt = -4,8%, ±0,4%, P<0,001). A partir de ese momento, el grupo Hi-HiLo presentó una tendencia a mejorar el rendimiento de sprint, alcanzando el mayor cambio (Δt = -5,5%, ±1,0%, P< 0,001 con respecto a PRE) al final del seguimiento de 4 semanas (ΔT = -3,2%, ±1,1%, P<0,001 con respecto a PRE) (interacción grupo x test, P=0,01). El resto de los grupos estabilizó sus rendimiento alcanzando cambios significativos similares con respecto a los valores PRE al final del estudio en comparación con los controles Lo-Lo (Hi-Hi3: Δ t = -3,4%, ±4,0%, P<0,001; Hi-Hi: -3,7%, ±1,2%, P<0,001).
Change %= Cambio (%)
Figura 2: Evolución del cambio porcentual en el rendimiento de pruebas contrarreloj TT50 (A), TT400 (B), tTT100 oTT200 (C), desde PRE a POST, y desde PostW1 a PostW4. Los valores se presentan en forma de Media (±SD). Note que un cambio negativo indica una mejora en el rendimiento Las diferencias son interacciones grupo x test entre los grupos (P<0,05), representadas de la siguiente manera: #Hi-HiLo vs Lo-Lo; ¶Hi-HiLo vs Hi-Hi3; +Hi-HiLo vs Hi-Hi; § Lo-Lo vs Hi-Hi3; &Lo-Lo vs Hi-Hi; xHi-Hi vs Hi-Hi3
* No se observaron diferencias significativas luego de realizar los ajustes para TRIMPc (ver el texto para mas detalle). Los corchetes situados a la derecha señalan las diferencias al final del periodo de seguimiento (PostW4)
TT400. Inmediatamente después del campamento de entrenamiento (POST), todos los grupos presentaron una tendencia a disminuir el rendimiento en TT de 400 m, pero el grupo Hi-HiLo tendió a mejorar y nadó más rápido que el grupo Hi-Hi (interacción grupo x test, P=0,03) (Figura 2B). En PostW1, todos los grupos experimentaron una mejora casi idéntica en el rendimiento (Δt aproximadamente -2%), pero el grupo Hi-HiLo siguió mejorando en PostW2 (Δt = -4,2%, ±0,9%, P<0,001), el punto en el que su mejora frente a PRE fue mayor en comparación con la de todos los demás grupos (interacción grupo x tiempo, P<0,001). Al final del período de seguimiento, tanto los nadadores del grupo Hi-HiLo (Δt = -4,7%; ±1,1%; P<0,001) como los del grupo Hi-Hi (Δt = -3,3%; ±1,3 tuvieron una mejora mayor que la de los controles Lo-Lo (Δt = -1,6%, ±1,0%, P< 0,001) (interacción grupo x test, P=0,001 y 0,03, respectivamente). A pesar de que el modelo mixto lineal no permitió detectar diferencias significativas entre los dos grupos de altitud de 4 semanas (interacción grupo x test, P=0,23), el tamaño del efecto en el grupo Hi-HiLo fue "muy probablemente" mayor que en el grupo Hi-Hi.
TT100 o TT200.
Dado que los velocistas y los no velocistas nadaron 100 y 200 m, respectivamente, con sus mejores estilos personales, estos resultados fueron considerados las evaluaciones de rendimiento más específicas en términos de distancia y estilo, y se presentan combinados en la Figura 2C. Inmediatamente después del entrenamiento, todos los grupos tuvieron rendimientos similares en comparación con los valores PRE, excepto el grupo Hi-Hi3 (Δt = +1,9%, ±1,3%; P= 0,06) que fue más lento que en PRE y tuvo un menor rendimiento en comparación con Lo-Lo, Hi-Hi y Hi-HiLo (interacción grupo x test, P=0,006, 0,03 y <0,001, respectivamente). En PostW1, todos los grupos presentaron una mejora similar a los controles Lo-Lo (Δt medio = -2% a 3,5%) y solo el grupo Hi-HiLo tuvo una mejora superior a la de Hi-Hi3 (interacción grupo x test, P=0,03). A partir de ese punto, el grupo Hi-HiLo progresó más rápido que el resto en PostW2 (Δt = -5,3%, ±1,4%, P<0,001) y PostW4 (Δt = -6,3% ±1,2% P<0,001), y al final del período de seguimiento, estas mejoras fueron sustancialmente mayores en comparación con Lo-Lo (Δt = -3,7%, ±1,0%, P<0,001), Hi-Hi3 (Δt= -3,1%; ±0,9%; P<0,001), y Hi-Hi (Δt = -3,4%, ±1,0%, P<0,001) (interacción grupo x test, P=0,02, 0,002 y <0,001, respectivamente).
Tal como se mencionó anteriormente, el promedio diario de TRIMPc en todo el campo de entrenamiento fue mayor en Hi-HiLo que en los otros grupos. Para determinar el efecto eventual de la carga de entrenamiento sobre los cambios de rendimiento se realizó un análisis ANCOVA adicional utilizando TRIMPc como covariable para todas las pruebas contrarreloj. Se observó una interacción significativa grupo x TRIMPc en TT400 solamente (P = 0,002), y, por lo tanto, los efectos principales fueron evaluados nuevamente, realizando un ajuste para TRIMPc. Los resultados confirmaron las diferencias entre los grupos en todos los momentos de tiempo, con excepción de las diferencias entre Hi-Hi y Lo-Lo en PostW4 en TT400 que se volvió no significativa (P=0,08).
Cinética de consumo de oxígeno y VO2max
La Tabla 3 muestra los parámetros cinéticos del VO2 durante T4x200:
Tabla 3: Parámetros de la cinética del consumo de oxígeno y VO2max durante el test incremental (4 x 200 m) antes y después de la invención.
Los valores se presentan en forma de Media ±SD. Los grupos fueron los siguientes: Lo-Lo (4 semanas); Hi-Hi3 (3 semanas); Hi-Hi (4 semanas); Hi-HiLo (4 semanas).
Tiempo= duración de la prueba máxima de 200 m; Demora de tiempo =demora del componente principal (rápido) (= duración de la fase I); T,=constante de tiempo del componente principal; P= probabilidad de cometer error de tipo I en el test ANOVA de interacción grupo x test.
No se observaron cambios significativos en VO2max (Δ% con respecto a PRE, P> 0,05) en Lo-Lo (1,9%; ± 1,5%), Hi-Hi3 (1,5% ± 2,5%), Hi-Hi (1,1%; ± 2,6%), o Hi-HiLo (1,3%; ± 1,4%), con mayor variabilidad en los cambios individuales en los dos grupos que vivieron y entrenaron en altitud (ver Figura 2 del Contenido Digital Suplementario. //links.lww.com/MSS/A507).
No se observó una relación significativa entre el cambio porcentual relativo en VO2max y el cambio porcentual en el rendimiento de TT400 para todo el grupo de sujetos (r = -0,01, P = 0,95) ni para los nadadores en cada grupo (r = -0,22, 0,68, -0,12, y -0,39; P=0,55, 0,09, 0,69 y 0,19, para Lo-Lo, Hi-Hi3, Hi-Hi y Hi-HiLo respectivamente). Del mismo modo, no se observó relación entre el cambio en VO2max y el cambio en el rendimiento de TT100 o TT200 ni para el conjunto de sujetos (r =0,10, P = 0,50) ni para los nadadores en cada grupo (r= 0,27, -0,002, 0,20 y 0,06; P = 0,46, 1,00, 0,52 y 0,84 para Lo-Lo, Hi-Hi3, Hi-Hi y Hi-HiLo respectivamente) (véase la Figura 3 del Contenido Digital Suplementario que presentan los gráficos de regresión http: // links .lww.com / MSS / A508).
Masa Total de Hemoglobina
No se observaron diferencias en la THbmass entre los grupos antes del campamento de entrenamiento (PRE, P= 0,49). La magnitud de los cambios de tHbmass en altitud presentó una notable variabilidad entre los grupos y dentro de los grupos (ver Figura 4 del contenido digital suplementario que muestra los cambios individuales y medios, http://links.lww.com/MSS/A509).
La Figura 3 muestra la evolución en el tiempo de los cambios porcentuales en tHbmass durante los campamentos de entrenamiento. En el grupo Hi-Hi, la tHbmass aumentó continuamente desde PRE (766±187 g) durante 3 semanas (Wl, 779±192 g, P=0,03; W2, 796±196 g, P <0,001; W3, 810±204 g , P<0,001) y se mantuvo casi sin cambios en W4 (815±202 g, P <0,001). En el grupo Hi-Hi3, la tHbmass no cambió desde PRE (816 ± 205 g) a Wl pero aumentó en W2 (857±223 g, P<0,001) y W3 (851±227 g, P=0,02). Por el contrario, no se observaron cambios significativos en el grupo Hi-HiLo desde PRE (896±167 g) en ningún momento durante el campamento de entrenamiento. Comparado con PRE, el aumento en la tHbmass fue más pronunciado en el grupo Hi-Hi (en W4, 6,2%, IC del 90%, ± 1,1%, P <0,001) que en el grupo Hi-Hi3 (en W3, 3,8%,±2,3 P = 0,08, interacción grupo x test P=0,02), mientras que no se encontraron cambios significativos en el grupo Hi-HiLo (en W4, 1,3% ± 1,8, P = 0,71). Los cambios relativos (Δ% en comparación con PRE) en tHbmass no se asociaron con cambios en VO2max ni para todos los sujetos (r=0,01, P=0,96) ni para cada grupo experimental (r= -0,31, 0,16, -0,28 y 0,30, para Lo-Lo, Hi-Hi3, Hi-Hi y Hi-HiLo respectivamente; P=0,3-0,6).
Figura 3: Tiempo transcurrido de los cambios porcentuales en tHbmass desde las mediciones PRE a las mediciones W3 / W4 durante el campamento de entrenamiento. Los símbolos y barras de error muestran la media y (±) SD. La significancia de las diferencias con respecto a los valores PRE se indica en el texto. Las diferencias (P<0,05) entre los grupos fueron las siguientes: + Hi-HiLo vs Hi-Hi; # Hi-HiLo vs Hi-Hi3; y & Hi-Hi vs Lo-Lo
DISCUSIÓN
Hasta donde sabemos, esta es la primera investigación que demuestra las mejoras en el rendimiento después de una intervención AT terrestre donde se utilizó un diseño controlado en nadadores y uno de los pocos estudios realizados con atletas verdaderamente de élite (12, 37). Los principales hallazgos del estudio fueron: 1) no se observaron cambios, aunque en algunos casos se observó una disminución del rendimiento, inmediatamente después de 3-4 semanas con cualquiera de las estrategias de entrenamiento utilizadas con este grupo de nadadores de élite, 2) el rendimiento de nado en eventos con estilos de nado específicos de 100 o 200 m mejoró significativamente en aproximadamente un 3,1% -3,7% después de 1 a 4 semanas de recuperación después de haber completado un campamento de entrenamiento prescrito por el entrenador realizado en SL o en una altitud moderada (2320 m), 3) cuando se incluyeron dos sesiones semanales de entrenamiento de alta intensidad (estrategia Hi-HiLo), se observó una mejora superior en el rendimiento 2 y 4 semanas después del campamento de entrenamiento (5,3% y 6,3%, respectivamente), 4) de manera similar, la intervención Hi-HiLo también provocó un aumento adicional en el rendimiento de nado no específico de 400 y 50 m, que se pudo evidenciar 2 semanas (4,2% y 5,2%, respectivamente) y 4 semanas (4,7% y 5,5%, respectivamente) después de regresar a SL, y 5) este aumento de rendimiento sustancialmente retrasado no se relacionó linealmente con los cambios en VO2max, con la cinética del oxígeno ni con la tHbmass y, por lo tanto, no podría ser atribuido exclusivamente a una mayor capacidad de transporte de oxígeno.
Efectos sobre el rendimiento.
Los resultados actuales demuestran claramente el beneficio potencial de realizar un campamento de entrenamiento bien implementado ,ya sea en altitud o en SL, después de al menos 1 semana de recuperación de la exposición al campamento de entrenamiento. La mejora potencial parecía abarcar a los eventos anaeróbicos (50 m) hasta los eventos predominantemente aeróbicos (400 m), y no habría diferencias entre los sexos en la respuesta. Análisis previos de rendimiento competitivo en nadadores olímpicos estimó que la variación típica en el máximo rendimiento de un atleta en competencias era de aproximadamente un 0,8% -1% (42) y también se observó una mejora de aproximadamente un 2% durante la última semana de preparación antes de los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 (26). En un estudio previo sobre el rendimiento del entrenamiento, las variaciones típicas en los tiempos de rendimiento fueron de 2%-4% aproximadamente en los nadadores australianos internacionales durante un período de 4 meses (28). En conjunto, estos informes coinciden con nuestro hallazgo de una mejora de aproximadamente 3,5% en el rendimiento durante un período de 7 a 8 semanas durante la fase de preparación general del macrociclo invernal en todos los grupos, con un adicional de aproximadamente 2,7% atribuible al grupo de intervención Hi -HiLo.
Aunque la gran mayoría de los estudios en la literatura AT no fueron estudios controlados y tenían una baja potencia, especialmente con atletas de elite (3, 23, 37), parece que existe un creciente consenso de que cuando los atletas están expuestos a una altitud suficientemente alta durante un período de tiempo suficientemente largo, y son capaces de preservar la condición física mediante un entrenamiento duro bajo condiciones normóxicas, la mayoría puede mejorar el rendimiento de resistencia (47). En una reciente revisión metaanalítica, Bonetti y Hopkins (3) concluyeron que los cambios en el rendimiento observados en los estudios que utilizaron la estrategia Hi-Hi convencional no estaban claros, mientras que los cambios observados con la estrategia Hi-Lo terrestre fueron considerados “probables” tanto para atletas de elite como de sub-elite (aproximadamente 4%) o era igual a un 1,5% más realista cuando el rendimiento fue estimado a partir de estudios no controlados. Estas estimaciones coinciden con lo observado en una reciente revisión de Saunders et al. (37) en donde, mediante un análisis de regresión de los cambios de rendimiento promedio, se estimó que un campamento AT en tierra de 3 semanas produciría mejoras de rendimiento promedio de aproximadamente 1,8% (Hi-Hi) y de aproximadamente 2,5% (Hi-Lo) (37).
La evidencia en natación es mucho menos convincente. Seis estudios no controlados analizaron la estrategia Hi-Hi en nadadores. Tres de ellos fueron totalmente negativos en distancias cortas o largas de 100 m a 2000 m (10, 35). Otros dos observaron mejoras modestas y estadísticamente poco claras en el rendimiento de aproximadamente 1,6%-1,8% (11, 25). En el único estudio que tenía un grupo de control SL, 10 nadadores varones y mujeres de élite coreanos vivieron y entrenaron durante 21 días a 1890 m (8). No informaron ningún análisis estadístico, pero el pequeño aumento en el rendimiento en carreras de 100 y 200 metros (0,1%-0,7%) fue inferior al menor incremento representativo (worthwile increment) de la intervención.
¿Por qué la natación podría ser diferente de los deportes de resistencia que se realizan en tierra con respecto a los efectos del AT? En primer lugar, el rendimiento de nado tiene una mayor dependencia de la economía, i.e, del costo energético de la natación, y no de la potencia metabólica máxima (9); por lo que se deduce que el beneficio de la mejora de VO2max podría ser compensado por el deterioro de la técnica y la economía (24). En segundo lugar, el beneficio de AT puede ser más o menos potente para los nadadores de diferentes eventos; por ejemplo, la relación porcentual de energía (fosfágenos-glicolítica-oxidativa) a una velocidad máxima de competencia (crol frontal) oscila entre aproximadamente 38%-58%-4% en los 50 m hasta aproximadamente 6%-21%-73% en los 400 m (33), y los atletas de nivel nacional o superior completan más de tres cuartas partes de todos los eventos competitivos en menos de 2,5 min. En tercer lugar, a diferencia de la mayoría de los deportes de resistencia, una gran proporción del entrenamiento se realiza en intervalos, con un énfasis cada vez mayor en el entrenamiento de alta intensidad y en el entrenamiento de la fuerza (7).
Evolución en el tiempo de los cambios en el rendimiento.
Una característica distintiva del presente estudio fue que el período de seguimiento después de la intervención cubrió un amplio período de tiempo, hasta 4 semanas después de la intervención. Este enfoque puede proporcionar evidencia útil sobre cual sería el momento adecuado para regresar de un AT con el fin de obtener un rendimiento óptimo a nivel del mar (SL), que no ha sido determinado aún. Si nos centramos en la evaluación específica de estilo o distancia (TT100 / 200), queda claro que los mejores resultados se alcanzaron 4 semanas después de regresar a SL, aunque los beneficios superiores de la intervención Hi-HiL ya se hicieron evidentes a las 2 semanas después de la campamento de entrenamiento. Una respuesta similar se observó en TT400, pero TT50 mejoró significativamente en la primera semana después de ambos campamentos de altura de 4 semanas. Por lo tanto, sobre la base de los resultados actuales, los velocistas de 50 m probablemente tendrían su mejor rendimiento 1 semana después de completar un campamento AT efectivo, mientras que los especialistas en distancias más largas lograrían su mejor rendimiento 2-4 semanas después del campamento. Los resultados presentes coinciden parcialmente con los resultados obtenidos por Levine y Stray-Gundersen (22) con corredores universitarios, quienes observaron el efecto sobre el rendimiento sólo en el grupo Hi-Lo inmediatamente después y durante 3 semanas luego de regresar al nivel del mar (SL).
Los estudios observacionales en nadadores han sido menos complicados. En un estudio no controlado, Friedmann et al. (11) observaron mejoras poco claras en el rendimiento de nado (1,8%) 10 días después de regresar a SL. Gough et al. (20) analizaron la evolución temporal del rendimiento sobre la base de los registros oficiales de la competencia después de dos tipos de exposición a hipoxia de 3 semanas; Los resultados de natación fueron significativamente más lentos 1dia (aproximadamente 1,5%) y 1 semana (0,9%-1,9%) después del entrenamiento en altitud/hipoxia en comparación con los controles, y no presentaron diferencias con los valores pre-altitud 2 y 3 semanas más tarde. Wachsmuth et al. (44) relacionaron los cambios de la tHbmass con los registros de rendimiento en competencias durante 2 años en varios grupos de nadadores de élite que realizaron AT clásico durante 3 o 4 semanas; y observaron una disminución no significativa en el rendimiento en competencias de aproximadamente 1%-2% en los días 1 y 7 después de los campamentos AT, y una mejora poco clara del rendimiento (0,8%) entre 25 y 35 días después del regreso en un pequeño grupo de cuatro atletas. Vale la pena señalar que en el presente estudio, el rendimiento de los dos grupos Hi-Hi realmente disminuyó inmediatamente después del campamento de entrenamiento (Hi-Hi3 disminuyó el rendimiento en las tres pruebas y Hi-Hi disminuyó su rendimiento en TT50 y TT100/200) o 1 semana después (i.e., Hi-Hi fue más lento en TT50 y TT400). No se pudo establecer los mecanismos responsables del efecto de demora de las diferentes intervenciones, aunque la evidencia empírica sugiere que existe un período necesario para la recuperación fisiológica y psicológica del estrés de entrenamiento y de la fatiga que se acumulan durante el campamento (29). En cualquier caso, es necesario tener en cuenta el posible efecto perjudicial a corto plazo de un campamento AT.
Efecto del entrenamiento.
La carga de entrenamiento es un factor clave en la respuesta individual al entrenamiento, ya sea en altitud o a nivel del mar (SL). Hay un aspecto metodológico que debe abordarse. Para este estudio se utilizó una modificación del método de impulso de entrenamiento (TRIMPc) derivado del ejercicio acumulativo e intervalos de recuperación (ver Métodos). Sin embargo, comparar cargas de entrenamiento en SL y altitud puede ser complicado. Por ejemplo, cuando se realiza ejercicio en altura con un determinado VO2, se incrementa la respuesta submáxima de la FC (45), y como consecuencia de la reducción de la potencia aeróbica (aproximadamente 15% a 2300 m) (45) el entrenamiento de resistencia con idéntica carga de trabajo absoluta siempre se traduce en un entrenamiento más intenso (mayor carga relativa de trabajo) a mayor altitud. Ambos componentes probablemente contribuyen de manera importante con la respuesta cardiovascular y metabólica al ejercicio, y por lo tanto con la respuesta de entrenamiento. A modo de ejemplo en natación, un grupo de nadadores competitivos nadó una prueba contrarreloj de 400 m a 690 m sobre el nivel del mar, y dentro de las 3-4 horas de su arribo a 2320 m en el 92,5% de la velocidad máxima de la prueba anterior; la HR máxima (aproximadamente el 5%) y el lactato sanguíneo (aproximadamente el 6%) fueron mayores en altitud (24). Por lo tanto, los factores de ponderación derivados empíricamente por Bannister et al. (2) pueden no ser tan precisos o comparables cuando se entrena en altitud. Curiosamente, los datos de TRIMP reportados por Levine y Stray-Gundersen (22) calculados usando el método Banister, (aunque el entrenamiento base se realizó a una velocidad más lenta y con un menor porcentaje del VO2max obtenido a SL en altitud moderada,) la frecuencia cardíaca (HR) del entrenamiento fue esencialmente la misma; además, durante el entrenamiento intervalado en altitud moderada, los atletas lograron cargas de trabajo de entrenamiento y flujo de oxígeno significativamente menores que en SL (VO2 19% mas bajo) mientras que la frecuencia cardíaca del entrenamiento fue sólo 5% menor. Teniendo en cuenta todos estos factores, calculamos que para una intensidad de entrenamiento dada alrededor de la HR de entrenamiento promedio en todo el campamento AT de nuestros nadadores (aproximadamente 125 lpm), un aumento de HR del 8% junto con una reducción del 2,1% en la HR máxima aumentaría los valores de TRIMPc en un 23% comparado con el de las condiciones normóxicas. Se desconoce si esta diferencia se traducirá en una verdadera diferencia en el estímulo de entrenamiento
Hay algunos otros puntos sobre el entrenamiento que merecen atención. En primer lugar, no se observaron diferencias en la carga de entrenamiento calculada entre los dos grupos Hi-Hi comparados con los controles Lo-Lo, lo que apoya empíricamente la validez de la corrección propuesta para el ejercicio en hipoxia. En segundo lugar, es probable que las mayores cargas de trabajo de entrenamiento alcanzadas durante los dos entrenamientos semanales a baja cota en el grupo Hi-HiLo; es decir, el factor principal en la comparación de las intervenciones de altitud de 4 semanas, puedan explicar al menos parte de las diferencias entre los grupos Hi -Hi y Hi-HiLo. En tercer lugar, de manera contraria, el grupo que tuvo el mayor índice de esfuerzo percibido de entrenamiento (s-RPE) y fatiga (TSF-10) a lo largo del campamento de entrenamiento fue el grupo Hi-Hi3 y no el Hi-HiLo (ver Figura 1 del Material Digital Suplementario donde se comparan los tres indicadores de carga de entrenamiento en todo el campamento, http://links.lww.com/MSS/A506); lo que sugiere que la intensidad del entrenamiento puede haber sido mayor en Hi-Hi3, causando cierto grado de exceso y una peor respuesta en la capacidad de rendimiento inmediatamente después de la intervención, particularmente en TT50. Sin embargo, el rendimiento en TT400 y TT100/200 fue notablemente similar al del grupo Hi-Hi después de 1 semana, lo que sugiere que el efecto de la aclimatación de altitud, i.e., el factor principal en la comparación de las intervenciones de altitud de 3 y 4 semanas fue proporcional. Cuarto, independientemente de estas diferencias, cuando los datos de rendimiento se ajustaron considerando TRIMPc como una covariable, las diferencias significativas entre los grupos se mantuvieron en todos los momentos, lo que sugiere que probablemente las diferencias entre los grupos no puedan ser atribuidas únicamente al entrenamiento. En última instancia, el hecho de que el grupo Hi-HiLo haya alcanzado una mayor carga interna de entrenamiento, sin esfuerzo de entrenamiento, puede ser un elemento central en el paradigma de entrenamiento Hi-HiLo y, por lo tanto, un factor principal que probablemente haya contribuido con la mejora en el rendimiento alcanzada por este grupo particular.
Respuesta eritropoyética.
En la mayoría de los atletas, incluso en atletas de élite de varios tipos de deportes (14) entre los que se incluyen los nadadores de élite (20), la exposición a la altitud causa un efecto eritropoyético luego de una exposición adecuada en la mayoría de los atletas (19, 22, 36). De acuerdo con informes previos, observamos que la tHbmass aumentó claramente en nadadores que vivieron y entrenaron en altitud durante 3 (3,8%) o 4 semanas (6,2%) (Figura 3). La magnitud, la evolución y la gran variabilidad de la respuesta eritropoyética coincidieron con lo observado en un metaanálisis publicado recientemente, que incluía datos de 16 estudios AT (19). Por lo tanto, es improbable que en nuestro estudio, la magnitud y la duración de la exposición a la altitud hayan sido insuficientes para inducir una respuesta de aclimatación funcional, al menos en la mayoría de los atletas.
Sin embargo, en contraste con los grupos Hi-Hi, la tHbmass media no cambió en los nadadores de nuestro grupo Hi-HiLo (en W4, 1,3; ±1,8%) que también fueron expuestos al mismo grado de hipoxia hipobárica sostenida durante 4 semanas. La explicación más simple de estos resultados contradictorios puede ser la variabilidad individual en los cambios de tHbmass porque la mitad de los sujetos mostraron realmente un aumento de tHbmass por encima del TE de la medición (ver la Figura 4 del Contenido digital suplementario, donde se presentan los cambios individuales y medios, http: // Links.lww.com/MSS/ A509). Resultados comparables fueron obtenidos por Gore et al. (18) en un pequeño grupo de ocho ciclistas de pista de élite que vivieron y entrenaron a 2690 m durante 31 días. También debemos considerar que en nadadores se ha demostrado de forma consistente la variabilidad en la respuesta eritropoyética frente a la hipoxia moderada (6, 11, 19) (3,0% en varones y 2,7% en mujeres) luego de un seguimiento de 2 años (44). Es necesario tener en cuenta además otros mecanismos como la inflamación superpuesta o medicamentos como los anti inflamatorios no esteroideos, que pueden suprimir la respuesta eritropoyética en algunos atletas (43).
Relación entre los cambios en tHbmass y el VO2max.
En el presente estudio, los cambios en tHbmass no se asociaron con cambios en VO2max ni en el grupo completo de nadadores ni en ninguno de los grupos experimentales individuales. Por estudios realizados en condiciones controladas e involucrando atletas que entrenaron en SL, los datos transversales y longitudinales demuestran que el VO2max de atletas de élite está estrechamente relacionado con tHbmass y una variación aleatoria de 1 g se asocia con un cambio en VO2max de aproximadamente 4 mL/min (36, 40). Sin embargo, después de altitud real o simulada, la relación entre la ganancia en tHbmass y el VO2max es menos robusta (36, 40). Por ejemplo, en corredores que realizaron el protocolo Hi-Lo original, la correlación para el cambio en VO2max y el volumen de los glóbulos rojos arrojó un valor de r2=0,14 (22). Estos resultados concuerdan con los resultados comunicados en una revisión reciente (36) de 10 estudios realizados con cuatro deportes diferentes, los cuales estimaron un incremento medio de aproximadamente 3% en tHbmass y VO2max y una correlación igualmente significativa, aunque débil, entre ambos parámetros (r2 = 0,15). Es necesario destacar que esta relación entre los cambios en tHbmass y VO2max después de la exposición a altitud es del mismo orden de magnitud que la observada después de la administración de eritropoyetina recombinante humana (Por ejemplo, r2=0,28) (36, 40), y también es necesario resaltar que el VO2max es un parámetro complejo, que no está determinado exclusivamente por la masa de glóbulos rojos. Por lo tanto, no es sorprendente que el presente estudio no haya podido establecer una relación lineal significativa entre tHbmass y VO2max después de cualquiera de las intervenciones de entrenamiento.
Rol de la entrega sistémica de oxígeno en el rendimiento.
No se observaron relaciones significativas entre los cambios en el rendimiento de nado y los cambios en VO2max en todo el grupo de nadadores ni en alguno de los grupos experimentales (ver la Figura 3 del Contenido Digital Suplementario, que presenta las gráficas de regresión, http: // links .lww.com / MSS / A508). Esta observación pone de manifiesto la independencia aparente de los rendimientos de nado relativamente cortos con respecto al VO2max (y tHbmass), aunque este concepto no se limita a la natación. Por ejemplo, en un elegante estudio mecanicista de Garvican et al. (15), se eliminó la sangre para eliminar el efecto de la respuesta eritropoyética en ciclistas mujeres expuestas a hipoxia (normobarica) simulada (Hi-Lo, 26 d, 16 h/d, 3000 m) mientras realizaban entrenamiento específicamente diseñado para mejorar la potencia de corta duración. Tanto el grupo “clamped” (al cual se le realizó una flebotomía para restringir el aumento de tHbmass) como el grupo “no clamped” (no se le realizó la flebotomía) mejoraron el rendimiento supramáximo de 4 minutos (potencia superior a la requerida para producir el VO2max) hasta un grado similar (aproximadamente 4%), a pesar de que por el diseño, la tHbmass (y por lo tanto el VO2pico) sólo aumentó en el último grupo. Al igual que nuestro estudio, este resultado dejó claro el éxito del campamento de entrenamiento en el rendimiento a corto plazo. Sin embargo, el rendimiento en un evento de ciclismo subsiguiente hasta el agotamiento en producción de potencia máxima fue sustancialmente peor en el grupo “clamped” (38%), lo que reforzó el papel de tHbmass y VO2max en eventos de resistencia repetidos de alta intensidad. El presente estudio se suma al conjunto de conocimientos en este campo, destacando la compleja interacción entre los efectos de aclimatación a altitud (como tHbmass entre otros), efectos de entrenamiento a nivel del mar (SL) y en altitud, VO2max, y rendimiento en eventos de diferentes deportes y diferentes duraciones e intensidades que plantean demandas metabólicas muy divergentes (11, 18, 44).
En nuestro estudio, a pesar de no observar un aumento en tHbmass o en VO2max, los nadadores del grupo Hi-HiLo tuvieron una mejora en el rendimiento superior a la de los controles de altitud, 2 y 4 semanas después de la intervención. Es necesario considerar varias posibles explicaciones. En primer lugar, la natación, especialmente en distancias más cortas, puede no ser tan dependiente de la entrega sistémica de O2 como las carreras de fondo o el ciclismo. En segundo lugar, hay otros factores (por ejemplo, las diferencias en la intensidad del entrenamiento) que pueden haber tenido un papel mayor en mejorar los resultados de natación a través de mecanismos aún no determinados, por ejemplo, una mayor eficiencia muscular probablemente a nivel mitocondrial, mayor capacidad buffer muscular, mayor tolerancia a la producción de ácido láctico (17), o mejor flujo de O2 hacia los músculos que realizan ejercicio (41). Esto sería particularmente cierto para las diferencias entre Hi-Hi y Hi-HiLo, donde se equiparó la exposición a altitud, y la única diferencia fueron las sesiones de entrenamiento a baja altitud dos veces por semana. Para la comparación entre Lo-Lo y Hi-HiLo, la interpretación de los datos es más difícil, y estarían interviniendo algunos otros aspectos de la exposición a la altitud independientes de la eritropoyesis. Finalmente, debido a que las diferencias de rendimiento más relevantes se produjeron después de aun cierto período de entrenamiento en SL, no podemos excluir completamente la posibilidad de que factores no controlados relacionados con la experiencia de entrenamiento después del campamento pudieran haber influido en los resultados de natación.
En conjunto, nuestros hallazgos apoyan fuertemente la participación de factores no relacionados con el suministro sistémico de O2 en la mejora sustancial del rendimiento observado en nuestros nadadores Hi-HiLo, especialmente en comparación con los controles de baja altitud. Por lo tanto, nuestro punto de vista es que se debe considerar un “modelo integrador” de adaptación a la hipoxia, que no se oponga si no que complemente con los modelos “eritropoyéticos/centrales” o “modelos no hematológicos/periféricos” prevalecientes. Este paradigma reconocería: 1) la naturaleza multifactorial de las adaptaciones fisiológicas frente a la exposición a hipoxia moderada de mediano plazo y al entrenamiento de alta intensidad; 2) la existencia de mecanismos de control multinivel de estas adaptaciones (es decir, que actúan a nivel sistémico, local y celular en una forma sinérgica o de manera antagónica), y 3) el comportamiento no lineal de los sistemas complejos, dinámicos.
Diseño y limitaciones del estudio.
Desde el comienzo de este estudio, nos comprometimos a reclutar verdaderos atletas de élite. Trabajar con personas tan singulares en condiciones del mundo real, particularmente durante una temporada olímpica, ciertamente agregó una complejidad considerable a nuestro estudio. Por lo tanto, nos enfrentamos a la virtual imposibilidad de realizar un diseño experimental completamente controlado sin comprometer seriamente la validez ecológica del estudio (es decir, realizado en condiciones muy parecidas a aquellas en las que este tipo único de población atlética normalmente viven, entrenan y compiten) o limitando su validez externa (es decir, la capacidad de generalizar el resultado en una población de natación de élite). En cuanto a la asignación de sujetos, reconocemos que, como los sujetos no fueron asignados al azar, podría haber ocurrido un sesgo de selección. Al igual que otros deportes, existe un binomio entrenador-equipo que no pueden ser asignados a diferentes grupos de intervención como sería necesario para realizar una aleatorización estricta. En un esfuerzo por reducir la probabilidad de sesgo de asignación, en primer lugar, elegimos asignar nadadores de al menos dos escuadrones y naciones diferentes en cada grupo y evaluamos que los grupos estuvieran adecuadamente nivelados con respecto al nivel de rendimiento y las características fisiológicas clave (VO2max y tHbmass). Finalmente, se optó por utilizar el modelado lineal mixto para el análisis de datos principales debido a su mayor flexibilidad para modelar la estructura de varianza/covarianza de conjuntos de datos de medidas repetidas. Se ha demostrado que esta metodología es capaz de detectar y cuantificar los cambios a pesar de los tamaños de submuestras relativamente pequeños, debido probablemente a lo siguiente: 1) la alta confiabilidad de la prueba contrarreloj de nado (34), cuya confiabilidad test-retest fue similar a las mediciones de rendimiento de competencia de nadadores de máximo nivel, 2) las múltiples observaciones efectuadas durante el período de seguimiento en los cuatro grupos experimentales, 3) la gran magnitud de los efectos fijos observados en el rendimiento, y 4) la robustez del modelo frente a la pérdida de potencia estadística debido a valores faltantes en las diferentes evaluaciones (por ejemplo, monitoreo de la frecuencia cardíaca, pruebas contrarreloj, mediciones de VO2max, etc.).
Una cuestión importante con todos los estudios de entrenamiento es la probabilidad de sesgo de información, lo que provoca la aparición de efectos de placebo, nocebo y del campamento de entrenamiento (3, 17, 21, 23). Debido a que todos los campamentos se llevaron a cabo en centros de entrenamiento de alto nivel internacional, un efecto de campamento de entrenamiento específico del sitio es poco probable pero, por supuesto, todavía es posible. Se hizo un esfuerzo para contrarrestar el sesgo de información, asegurando que todos los entrenadores y nadadores estuvieran plenamente informados antes de su participación acerca de las características de la intervención principal y destacando la imprevisibilidad del resultado final de cada intervención en comparación con las demás. Finalmente, las respuestas a los cuestionarios ad hoc realizados a nadadores y entrenadores sugirieron fuertemente que es poco probable que los efectos de nocebo y placebo hayan afectado sustancialmente los resultados de el estudio.
Implicaciones prácticas para el entrenamiento y el rendimiento.
Sobre la base de los resultados obtenidos aquí con atletas de élite, 1) después de al menos una semana de recuperación, es esperable que el rendimiento de nado específico de la distancia- estilo mejorara sustancialmente como resultado de un campamento de entrenamiento bien implementado realizado en altitud o no, y 2) se puede esperar un mayor beneficio de la estrategia “vivir alto y entrenar alto y bajo” (Hi-HiLo) durante 4 semanas después de 2-4 semanas de reaclimatación a SL; también se espera que este beneficio sea superior en los rendimientos de 50 y 400 m. Sin embargo, es necesario tener cuidado de no generalizar estas mejoras a todos los nadadores debido a la variabilidad individual sustancial observada en este y en otros estudios, que incluyeron a nadadores que realizan AT (6). Otra importante implicación práctica de nuestros resultados es que, es probable que el rendimiento no varíe o empeore inmediatamente después de un campamento de entrenamiento intensivo de 3 ó 4 semanas, independientemente del ambiente de entrenamiento, y que los beneficios sólo pueden esperarse después de 1-4 semanas de haber completado la intervención. Esta respuesta tardía podría eventualmente proporcionar una ventana de tiempo para realizar una puesta a punto antes de la competencia, tal como se ha sugerido (29). Sin embargo, después de un campamento de entrenamiento en altitud, este resultado debe ser interpretado con precaución porque la evidencia sugiere que la combinación de la respuesta de desaclimatación de los factores hematológicos, ventilatorios y biomecánicos al regresar a SL probablemente interactúe para determinar el mejor timing para el rendimiento competitivo (5). Además, el posible efecto perjudicial a corto plazo de un campamento AT no debe ser pasado por alto. Recomendamos expresamente la supervisión de la carga de entrenamiento y la adaptación individual (por ejemplo, descanso, ejercicio y recuperación de la respuesta de la FC, la variabilidad de la FC, la percepción de esfuerzo y el estado de fatiga) durante y después del campamento de altitud para evitar sobrecarga excesiva o desentrenamiento antes de aplicar directamente estas reglas a casos individuales.
CONCLUSIONES
El rendimiento de nado a nivel del mar de nadadores de elite en pruebas contrarreloj de 100 m (velocistas) o 200 metros (no velocistas) no se modificó (aunque en algunos casos se deterioró) inmediatamente después, pero mejoró significativamente aproximadamente 3,1%-3,7% después de 1-4 semanas de recuperación después de la realización de un campamento de entrenamiento prescrito por el entrenador, ya sea en SL o en una altitud moderada (2320 m). Al incluir dos sesiones semanales de entrenamiento de alta intensidad a baja altitud (estrategia Hi-HiLo), se observó una mayor mejora en el rendimiento 2 y 4 semanas después del campamento de entrenamiento (5,3% y 6,3%, respectivamente). Del mismo modo, se observaron mejoras adicionales en el rendimiento de las pruebas contrarreloj de estilo libre de 400 y 50 m 2 (4,2% y 5,2%, respectivamente) y 4 semanas (4,7% y 5,5%, respectivamente) después del retorno a SL luego de la intervención Hi-HiLo. Este retraso en la mejora del rendimiento no estuvo vinculado a cambios en VO2max, cinética de O2, ni a tHbmass y por lo tanto no podría ser atribuido exclusivamente a la mejora de la capacidad sistémica de suministro de oxígeno. Concluimos que 1) un campamento de entrenamiento bien implementado de 3 o 4 semanas, realizado a nivel del mar (SL) o en una altitud moderada, mejora el rendimiento en la mayoría de los nadadores de élite después de un período de retraso de 1 a 4 semanas, con sustancial variabilidad individual en la respuesta y 2) “vivir alto-entrenar alto y bajo” durante 4 semanas tiene el potencial para mejorar el rendimiento de natación por encima y más allá de los controles en altitud y SL, a través de complejos mecanismos que implican la aclimatación a altitud y efectos de entrenamiento.
Este trabajo contó con el apoyo parcial del Ministerio de Ciencia e Innovación de España (DEP2009-09181), Consejo Superior de Deportes de España (CSD 35 / UPB / 10, 005 / UPB10 / 11, 112 / UPB10 / 12, CAR- UGr 2009 y CAR-UGr 2011), el Comité Olímpico Holandés (NOC * NSF WOT / 44090101) y el INEFC (becas de apoyo a la investigación 2011 y 2012).
Agradecemos la valiosa contribución de Christopher Gore, James Stray-Gundersen, Martín Truijens y Uwe Hoffmann en el primer diseño del proyecto y, junto con tres árbitros anónimos, por sus útiles comentarios sobre versiones anteriores del artículo. También reconocemos el apoyo técnico y científico brindado por Marlen Klein, Christian Vólzke, y Torben Hoffmeister (Universidad de Bayreuth), Thorsten Schuller (Universidad de Deportes de Alemania Colonia), Esa Hynynen (KIHU-Instituto de Investigación de Deportes Olímpicos de Finlandia), Marek Anestik (Instituto Escocés del Deporte), Boro Strumbelj (Universidad de Liubliana), Jun Qiu (Instituto de Ciencias Deportivas de Shanghai), Jordi J. Mercado y Amador García (Universidad de Granada), Vicent Nebot, Matías Pérez-Sánchez (Universidad Virgen de las Nieves) Josefa León-López (Hospital Universitario San Cecilio) y Javier Arguelles (CAR Sierra Nevada). También agradecemos la colaboración de Anna Barrero (INEFC) en la toma de datos, Iñaki Pérez-Medínaf en el análisis de datos, Roser Aliberas y Marta Rodríguez-Alíberas en la toma de las muestras de sangre, y Rafael Tarrago y Ricard Fábrega en logística y administración. Una nota especial de agradecimiento va para el presidente Joaquim Torres, Eloi Gómez y para el personal del C.N. Sabadell, para el presidente Fernando Carpena y el director técnico Luís Villanueva (RFEN), para el subdirector Alfonso Sánchez Bernard (CAR Sierra Nevada) y para el director Andreu Camps (INEFC) por su valioso apoyo.
Agradecemos profundamente a los entrenadores y el personal de los equipos participantes: Fred Vergnoux (C. N. Sabadell y RFEN); Jordi Murió, Juan J. Castillo y Víctor Mancha (RFEN); David Lyles, Jenny Lyles, y Xu Feng Jíe (Federación de Natación de Shanghai Provínce y Chínese Swimmíng); Miha Potocník, Gorazd Podrzavnik y Roní Pikec (Federación Eslovena de Natación); Rohan Taylor, Jeremy Olíver y Danielle Stefano (Instituto Víctor de Deportes); y Patrick Pearson (EIFFEL Swimmers PSV-Eindhoven). Una nota muy especial de agradecimiento va a todos y cada uno de los nadadores que participaron y destinaron al estudio su valioso tiempo y esfuerzo. Una versión española no publicada de este estudio ha sido galardonada con el ” Tercer Premio Nacional de Investigación en Medicina Deportiva en 2013, Escuela de Medicina del Deporte, Universidad de Oviedo”. Los autores no declaran ningún conflicto de intereses, financiero ni de otro tipo. Los resultados del presente estudio no necesariamente reflejan la opinión del Colegio Americano de Medicina del Deporte.
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Para citar este articulo en su versión original:
Rodríguez, F. A., X. Iglesias, B. Feriche, C. Calderón-Soto, D. Chaverri, N. B. Wachsmuth, W. Schmidt, And B. D. Levine. (2015). Altitude Training In Élite Swimmers For Sea Level Performance (Altitude Project). Med. Sci. Sports Exerc. Vol. 47, No. 9, pp. 1965-1978