02 Feb La distancia más dura
En el próximo Curso de Valoración de la Performance en el Running y el Trail Running participaremos con ustedes analizando las principales pruebas de todas las disciplinas de carrera a pie. Estudiaremos primero generalidades de conceptos metabólicos asociados a la intensidad de competición, y a continuación entramos prueba por prueba a estudiar sus características reglamentarias, la intensidad fisiológica o sus diferentes posibilidades, los determinantes y limitantes del rendimiento, y la predicción de las marcas. Un análisis que consideramos completo y muy complementario al bloque previo de Facundo Ahumada.
En este post queremos darles una visión más empírica y personal del tema. No suelo escribir en estos foros con una visión tan personal, ni tampoco en las redes sociales me extiendo en hablar de mi etapa de deportista. Pero creo que a los alumnos del curso les podrá interesar esta reflexión.
Como corredor, he preparando sistemáticamente, competido, disfrutado y sufrido cada distancia de las comprendidas entre los 800m y el maratón. He entrenado y participado en muchas carreras de campo a través, a diferentes niveles, durante más de 25 años. Y la reflexión general a transmitirles es que todo es duro, todo es respetable… solo que es distinto.
Todo tiene mérito: correr más largo y correr en menos tiempo. A veces mejorar tu marca en 1500 tiene mucho más mérito que terminar un medio maratón por debajo de tus posibilidades, como si lo trotases. Correr 3kms sintiendo el VO2 max desde que llevas 1km, es durísimo. Una mejora de 1 segundo en los 800m a lo largo de la temporada puede equivaler a unos minutos en el maratón.
Nada es claramente más meritorio. Son sufrimientos diferentes. Y siempre depende de qué tanto quieres o logras ‘exprimirte’ en la competición, qué tanto te entrenaste para ello, qué tantos años te centraste en unas determinadas disciplinas.
Por ejemplo, el daño muscular del maratón es cuantioso, casi independientemente de tus tiempos. Y si lo corres cerca de tus límites, la dificultad para razonar cuando se van agotando tus hidratos de carbono es asombrosa. Puedes llegar al límite de lo energético, lo muscular y lo agonístico. En la media maratón, cuando corres en Umbral Anaeróbico, es un sufrimiento cardiorespiratorio en el límite de lo sostenible para 1 hora y poquito. Son ritmos, en ambas distancias, a los que con dificultad cubres 1 o 2kms al principio de tu programa de entrenamiento, meses atrás, y que luego sostienes ‘flotando’, ‘fluyendo’ en ese asombro el día de tu carrera. Y pese a todo, te da tiempo a tomar decisiones. Esto además es un arma de doble filo, porque hay que ser muy duro de cabeza.
Sin embargo, en un 1500 debes decidir en menos de un segundo sobre diferentes cosas que están ocurriendo, incluyendo codazos, empujones… Quien les habla coleccionó todos los errores posibles en esas distancias de ‘mediofondo’ o ‘velocidad prolongada’ según quieran llamarle. Salir demasiado rápido, demasiado lento, quedarse encerrado en el sprint final, no estar atento al corte o cambio de ritmo decisivo, hacer metros de más, cambiar de ritmo demasiado pronto, demasiado tarde…
Pero las secuelas de unos 2-4 minutos te pueden durar toda una tarde de malestar. Una de las diferencias entre estas pruebas cortas y las largas es la ventaja de que si hoy te sale mal un 800 o un 1500, en 3 o 7 días lo repites. Y por eso creo que un maratón o un ultra son míticos: que hay 1 día para hacerlo, después de 20-30 semanas… y es ese día o nada.
Aunque claro, imaginamos que para quien corre la final olímpica de 1500 después de 4 años pensando en ese día… es lo mismo. No le vale con irse una semana después a correr otra carrera….
Para mí todo tiene mérito, de todo se aprende, se incorpora y se puede disfrutar incluso del sufrimiento extremo. De todas las batallas se puede salir sintiéndose ganador, aunque los enemigos cambien (nota: ‘enemigos’ suelen ser nuestras propias carencias).
Repasemos ahora algunas cuestiones comunes a todas las distancias:
a) Que cuando estás en forma, en competición se va muy rápido para tus capacidades.
b) Que hasta el último tercio no deberías sufrir. No es verdad que en una prueba de mediofondo vas agónico desde el principio. No. Lo único que no puedes hablar y que hay que pensar rápido.
c) Que pasado ese punto hay que sufrir si quieres resultados. Y mucho, muchísimo. Y eso se entrena. Tanto física como mentalmente. En toda distancia está el reto de que “hay que hacerlo”. La mayor diferencia en un 800 es que la comedura de tarro es mucha PRE y en el maratón DURANTE
d) Que 1 error te lleva al traste, tanto en un 800 como en un maratón. Solo que son errores distintos, claro.
e) Que el día que mejor rindes es en el que TODO lo haces bien, MEJOR te lo pasas, MENOS sufres, y LOGRAS LO QUE NO SABÍAS que podrías hacer.
f) Que para conseguir eso yo creo que hay 3 cosas:
1) Entrenar Mucho y Bien (por lo menos “bien”, y si se puede “mucho+bien”).
2) Entrenar la mente para saber qué hay que HACER y aprender a sentirte mejor que nunca el día que HAYA QUE HACERLO.
3) CREER que se puede y HACERLO cuando se DEBE. Sin más. Sin dejarse llevar por el ego o por ser iluso, y si consigues el delicado equilibrio entre componentes del entrenamiento, componentes del descanso y componentes de la actitud y predisposición mental.
g) Que en entornos de deportistas no-profesionales a veces llegas el primero a la meta y sientes vergüenza de lo mal que lo hiciste, y otras llegas de los últimos pero logrando tu mejor marca y te sientes triunfador.
En resumen, mi opinión es que todo tiene mérito y que lo principal es el pretexto de superación que permite a cada individuo librar batallas silenciosas con otros que también se sintieron héroes anónimos alguna vez. Y lo extraordinario de correr es que por sencillo lo hace aún más bello.
No tengo experiencia como deportista en ultrafondo o ultratrail. Solo he entrenado a otros para ello. Les invitamos a compartir experiencias pero sobretodo estudiar el soporte científico durante el curso.