¿Qué es el Síndrome Miopático del Deportista Fatigado?

Es muy común entre los deportistas de resistencia buscar adquirir los mejores componentes para sus bicicletas, el mejor calzado para correr, o el mejor traje para nadar. Por otro lado la búsqueda de las ayudas ergogénicas que permitan incrementar el rendimiento también es constante, lo que implica que a veces se utilizan sustancias inefectivas, aunque debatir sobre esto está fuera del alcance del presente artículo. Está muy difundida también la creencia que plantea que los entrenamientos deben ser tan duros como sea posible, y que el grado de fatiga (y dolor) alcanzada implicará que luego se alcancen rendimientos excelentes. En más de una ocasión el deportista de resistencia “se deja llevar”, y se exige a un nivel alto (o máximo) dejando de escuchar lo que le indica su organismo.

También en la actualidad están muy difundidas las pruebas de ultra-resistencia, en las que algunos deportistas intervienen sin tener ningún control de su nivel de rendimiento, y compiten en este tipo de eventos con una frecuencia muy elevada sin contar con asesoramiento profesional.

Notablemente, el tejido muscular, que es capaz de hacer lograr al deportista sus objetivos, también es un tejido frágil, susceptible al daño, que en algunos casos puede llegar a ser irreversible. Y nos resta mucho por conocer acerca de sus respuestas al estrés impuesto por los entrenamientos y las competiciones.

Una serie de estudios recientes muestran que los músculos sufren daño luego de los ejercicios intensos y prolongados tales como una maratón (42,195 km) y que la recuperación a partir de este daño toma un tiempo sustancialmente más prolongado de lo que originalmente se pensaba (Noakes, 2001). Y sobre todo, ese tiempo por lo general es más prolongado del que el deportista está dispuesto a esperar.

Evidencia Experimental

El primer estudio relevante en donde se estudió el impacto del daño muscular sobre la velocidad de recuperación fue realizado por Hikida et al. (1983), quienes realizaron biopsias musculares a un grupo de maratonistas el día antes, inmediatamente después y después de 3, 5 y 7 días después de un maratón. Lo que encontraron fue una fuerte evidencia de daño de las células musculares que fue peor en los días uno y tres después de la carrera, pero que todavía estaba presente en las muestras tomadas en el día 7. Los músculos de algunos corredores también presentaban daño en las muestras tomadas antes de la carrera. Los investigadores concluyeron que tanto el entrenamiento de alta intensidad como el maratón en si mismo indujeron daño de las células musculares, lo cual explica el dolor muscular que acompaña al entrenamiento de alta intensidad y en particular a las competiciones de maratón. Los datos de este estudio muestran que la recuperación del daño muscular implica un tiempo prolongado.

Es probable que el tiempo de recuperación requerido por el tejido muscular también explique la efectividad del enfoque de entrenamiento polarizado, el cual implica realizar solo un volumen bajo (hasta el 20%) de entrenamiento de alta intensidad, así el deportista realiza la mayor parte del volumen semanal a intensidades relativamente bajas.

Kuipers et al. (1989), quienes estudiaron a un grupo de corredores novatos que estaban entrenando para un maratón, demostraron que a medida que la duración de los entrenamientos de los atletas aumentaba, lo mismo hacía la incidencia de cambios patológicos en sus músculos. De este modo, el deportista de resistencia debe monitorear con cuidado su recuperación especialmente después de los entrenamientos prolongados (> 25 km en el pedestrismo).

Definición

Así, la pérdida repentina, crónica e inexplicable del rendimiento, que han llegado a sufrir incluso grandes deportistas de la historia como Alberto Salazar, y que fue reportada en los estudios anteriormente citados, ha sido denominada por el Prof. Tim Noakes, de la Universidad de Cape Town, Sudáfrica como Síndrome Miopático del Deportista Fatigado.

Es para destacar que es una condición diferente al síndrome de sobreentrenamiento, ya que las modificaciones fisiológicas observadas en este síndrome no necesariamente se observan en el Síndrome Miopático del Deportista Fatigado.

Referencias

Hikida, R.S., Staron, R.S., Hagerman, F.C., Sherman, W.M., Costill, D.L. Muscle fibre necrosis associated with human marathon runners. Journal of Neurological Sciences, 59, 185–203, 1983.

Kuipers, H., Janssen, G.M.E., Bosman, F., Frederik, P.M., Geurten, P. Structural and ultrastructural changes in skeletal muscle associated with long-distance training and running. International Journal of Sports Medicine, 10, S156-S159,
1989.

Noakes Tim. Lore of Running. Human Kinetics Publishers, 2001.

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