21 Nov Análisis de Casos Reales: Test Incremental en Campo con Medición de Lactato
El objetivo de este artículo es resumir la información que podemos obtener a partir de en un test de lactato en campo, en condiciones más reales y en uno sitios habituales de entrenamiento del ciclista. Explicamos primero el rol del lactato en el ejercicio para que luego quede más clara la interpretación de los resultados, y describimos después la preparación del test, el protocolo utilizado y finalmente el análisis de los resultados.
Rol del Lactato
Tradicionalmente se pensaba que el lactato era el producido en condiciones de hipoxia (cantidades bajas de oxígeno) es decir en condiciones “anaeróbicas”. Así, el lactato se asumía como algo malo, como una sustancia de desecho. Sin embargo, a principios del siglo XXI se descubrió que el oxígeno no limita a la fosforilación oxidativa en la mayoría de las condiciones celulares, y que el lactato se produce incluso cuando no hay limitación en la tasa de suministro de oxígeno a las mitocondrias. Esencialmente, el lactato es el producto final de la glucólisis (Rogatzaky., et al 2015). De este modo, el lactato no es un “enemigo” sino como “aliado” ya que constituye una fuente de energía utilizada por el músculo y otros órganos, constantemente.
Preparación del Test
El día antes del test programamos un día de entrenamiento cómodo un “rodaje aeróbico” entre R0-R1 (hasta el primer umbral) y se le dio instrucciones al ciclista de que metiera una buena cantidad de hidratos de carbono tanto en la comida del día anterior como en el desayuno. El mismo día del test se registró el peso del ciclista, calidad del sueño, horas de sueño y la variabilidad de la frecuencia cardiaca. Todo esto para asegurarnos que el test se realizaba en las mejores condiciones posibles. Antes de salir de casa se le pidió al ciclista que calibrase el potenciómetro.
Características del Ciclista
Ciclista de alto nivel que estuvo hace varios años en categoría continental y actualmente en el campo amateur. Con un peso de 69kg (muy estable durante todo el año) y un VO2 máx. testado en laboratorio de 75-77 mL/kg/min.
Protocolo del Test
El test se realizó en un tramo de 1km con una pendiente de entre el 5-6%, en la que el ciclista subía a la intensidad indicada, se le tomaba la muestra de lactato, así como la RPE y volvía a bajar, para realizar otro esfuerzo. El protocolo realizado fue de 1h de calentamiento suave hasta el lugar del test sin pasar de su R1. Los incrementos de potencia en el test fueron de 20 vatios/km con descanso de la bajada y cadencia libre durante el test. ¿Por qué lo hicimos así?, sobre todo, por seguridad ya que en una carretera estrecha es difícil encontrar un hueco para tomar la muestra de lactato. Por estudios como Mc Naughton., et al (2003) sabemos que con escalones más largos podemos infraestimar el VO2 máx., es decir, que el ciclista no consiga llegar a su VO2 máx. debido a la fatiga acumulada durante el resto del test. Sin embargo, esto es menor en ciclistas bien entrenados y de alto nivel, como es el caso.
Figura 1. Curva de lactato – intensidad, incluyendo los diferentes hitos fisiológicos. (Meyer., et al 2009).
Por lo tanto, nuestro objetivo fue analizar la respuesta del ciclista en una subida conocida y por donde suele entrenar habitualmente. El test consistió en escalones de 20 vatios en los que al final de cada escalón se tomaba una muestra de sangre para ver los niveles de lactato.
Lo que pretendíamos ver con este test es como es la fisiología del ciclista en condiciones reales:
- Fisiología particular de este ciclista, es decir, esto es su perfil de rendimiento.
- Su rendimiento en ese momento.
- Principales hitos fisiológicos para establecer las zonas de entrenamiento en base a ello.
- Su tolerancia a altos niveles de lactato, es decir, su capacidad buffer.
Análisis del Test
Para la obtención de los principales hitos fisiológicos nos hemos basado en el estudio de Pallarés et al. (2016). Aunque el protocolo utilizado en este estudio es más corto (con escalones de 25 W/min), en base a datos propios se concluyó que con test más largos como el que estamos describiendo, en ciclistas de medio a alto nivel esta metodología para detectar los hitos fisiológicos funciona bastante bien.
Figura 2. Valores de lactato, frecuencia cardiaca, vatios y su evolución durante la prueba.
Lo primero que podemos destacar es la buena capacidad aeróbica de este ciclista, que alcanzó su umbral aeróbico (o primer umbral) a casi los 4W/kg (260-270w).
El siguiente hito fisiológico que detectamos es el máximo estado estable de lactato. Este es definido cómo la intensidad correspondiente a la potencia a la que la concentración de lactato sanguíneo permanece estable durante cargas de ejercicio a intensidad submáxima prolongadas en el tiempo (Pallares., et al 2016). En el test lo detectamos en 330-340w. Actualmente existe la creencia de que el MLSS es equivalente al FTP. Sin embargo, estudios recientes como el de Patterson., et al. (2019) indican que el FTP tiene una importante correlación con el OBLA (potencia a 4 mM de lactato) estando en la mayoría de ciclistas entrenados el MLSS a niveles de lactato más bajos.
Conforme avanzamos en el test vemos que hay un momento en el que el lactato sube de manera significativa, produciendo un incremento de 1,4mmol/L. Esto quiere decir que a partir de esta potencia si seguimos aumentando la intensidad nuestra musculatura no va a ser capaz de «reutilizar» ese lactato, sino que lo va a seguir acumulando, e indefectiblemente el atleta se fatigara (no entenderlo como un punto exacto, sino como un rango de intensidad). Esta zona nos indica el umbral del lactato (no confundir con FTP que tiene un tiempo límite mucho mayor) situándose en 370 W.
La FTP modelada con software da un valor de 369 W, es decir, los mismos watios en lo que hemos calculado su umbral lactato y entorno a 3,8 mmol/L. Por lo tanto, si solo nos fijamos en este tipo de modelados estaríamos equivaliendo el FTP con el umbral del lactato cuando el tiempo límite del mismo es mucho menor que el del FTP. Concuerda con lo demostrado en el estudio anteriormente mencionado de Patterson et al. (2019).
El último hito fisiológico que encontraríamos sería la pVO2 máx. (potencia aeróbica máxima), que se da en el último escalón completado a 425 W. Es para destacar que este valor está subestimado por el tipo de protocolo utilizado, ya que el ciclista llega al último escalón con más de 30 minutos de prueba. Esperamos así que su pVO2 máx. real y su VO2 máx. estén por encima de 425 W.
Conclusiones
- Ciclista con buena condición aeróbica.
- Umbral del lactato quizás demasiado cercano al VO2 máx., con lo cual puede estar limitando su rendimiento. Posiblemente necesite más trabajo en zona de VO2 máx.
- Máximo estado estable (intensidad objetivo) mejorable para el nivel en el que compite este ciclista (elite-sub23).
Con todos estos datos, tenemos una información completa del ciclista, no solo para establecer sus zonas de entrenamiento y ver su rendimiento, sino también obtenemos una información muy útil a la hora de prescribir intervalos a diferentes intensidad y su posterior recuperación, en función de si queremos que afronte ese tipo de trabajo en fatigo o lo hago más fresco. Personalmente aplico este tipo de test continuamente porque no solo obtienes un perfil fisiológico del ciclista, sino que te permite conocer de primera las sensaciones del ciclista y por supuesto interactuar con el para que la relación “coach-atleta” sea mejor.
Limitaciones del Test
Una de las principales limitaciones de este tipo de test es que estamos sujetos a las condiciones ambientales y el cambio de estas durante la prueba puede que afecte al resultado de la misma. También al ser un test más largo puede ser que estemos infraestimando de alguna manera los hitos fisiológicos, aunque sinceramente en este tipo de ciclistas considero que no hay diferentes muy importantes. Lo interesante sería poder comprobar en el mismo sitio, mismo lugar y parecidas condiciones ambientales estos datos con un protocolo más corto y con el gold estándar (calorimetría indirecta) para ver si los parámetros coinciden.
Autor
Pablo Martínez Hortal
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Contacto: info@elretomartinez.com/pmartinez359@gmail.com
Referencias
Jeffries, O., Simmons, R., Patterson, S. and Waldran, M. (2019). Functional Thresold power is not equivalent to Lactate parameters in Well Trained Cyclist Journal of Strenght and Conditioning Research. 1064-1081.
Lillo Beviá, J. (2019). Protocolos y herramientas de valoración y programación del ciclista: tiempo límite y test de estimación del máximo estado estable de lactato. Universidad de Murcia (Murcia).
Pallarés, J., Morán-Navarro, R., Ortega, J., Fernández-Elías, V. and Mora-Rodríguez, R. (2016). Validity and Reliability of Ventilatory and Blood Lactate Thresolds in Well Trained Cyclists. Plos One. 11(9).
Rogatzki, J., Fergusson, B., Goodwin, M., and Gladden,B. (2015). Lactate is always the end product of the glycolisys.Frontiers in Neuroscience. 9(22) 1-7.
Faude, O., Kindermann, W., and Meyer, T. (2009). Lactate Thresolds Concepts. How valid are they?. Sport Medicine, 39(6). 469-490.
Mc Naughton, LR., and Bentley, Dj. (2003). Comparison of W(peak), VO2(peak) and the ventilation threshold from two different incremental exercise tests: relationship to endurance performance. Journal of Science and Medicine in Sports. 6(4):422-35.