EPIDEMIOLOGÍA LESIONAL EN NADADORES. ESPECIAL REFERENCIA AL “HOMBRO DEL NADADOR”

Se acerca el comienzo del curso de Especialista en Natación, donde estudiaremos toda la temática relacionada con el entrenamiento de la natación y mejora del rendimiento del nadador. En uno de los módulos, nuestro docente M.D. Eduardo Valcarce, nos hará un detallado recorrido sobre la prevención de lesiones del nadador, haciendo especial hincapié en la compleja articulación del hombro su anatomía, biomecánica y prevención. Sirva la siguiente entrada como introducción a su asignatura.

La natación es uno de los deportes más populares en todo el mundo, y el segundo deporte más practicado basado en el número de Atletas participantes en los Juegos Olímpicos (1). Más de 219 millones personas vieron los eventos de natación en los últimos Juegos Olímpicos, siendo uno de los deportes con más audiencia (2). Gracias en parte a esta popularidad como deporte, existe una epidemiología lesional bien definida, con estudios, revisiones y meta análisis sólidos. Recientemente Mountjoy et al.(2016), publicaron un documento de consenso sobre lesiones y enfermedades en la Federación Internacional de Natación (FINA).

Con el fin de poder aplicar programas de prevención y readaptación adecuados, es necesario conocer las diferentes lesiones que pueden sufrir los nadadores.

LESIONES MUSCULOESQUELÉTICAS

Lesiones agudas:

Aunque la mayoría de los problemas musculoesqueléticos en la natación se deben a lesiones por sobreuso, pueden existir varias lesiones traumáticas (a pesar de que la natación no es un deporte de contacto). Se han llegado a producir fracturas de metacarpo en nadadores de élite.

Son relativamente frecuentes contusiones, cortes y fracturas de dedos al golpear la mano sobre la boya o sobre otro nadador.

Las lesiones en el pie pueden ocurrir con relativa frecuencia al golpear sobre la pared durante el volteo. Este mecanismo de lesión también puede implicar cortes en el pie y dedos.

A pesar de que la lesión de hombro se podría clasificar dentro de las lesiones por sobreuso, existe la denominada subluxación aguda de hombro, especialmente entre nadadores con laxitud en la articulación acromioclavicular. Por ejemplo, en el estilo de espalda, la posición del brazo por encima de la cabeza durante la fase de entrada de la mano puede predisponer la subluxación del hombro (3,4).

Por otro lado, la subluxación aguda de la rótula, aunque lesión poco común, puede ocurrir en bracistas (4). Los desgarros de menisco, tienen una incidencia lesional reducida, pero los problemas degenerativos de menisco han de ser tenidos en cuenta en nadadores master en el estilo de braza, debido a que se producen fuertes cargas de rotación y valgo de rodilla (4).

La aparición aguda del dolor de espalda puede ocurrir también en los nadadores. La hiperextensión repetitiva que ocurre en los estilos de braza y mariposa puede conducir a procesos de espondilólisis (a pesar de que esta enfermedad es crónica, puede cursar con inicios de dolor localizado y agudo) (5). El movimiento repetitivo de rotación del tronco puede conducir a la fatiga de músculos estabilizadores del tronco, o “CORE”, contribuyendo al dolor de espalda (5). En muchas ocasiones, la aparición aguda y sin etiología definida del dolor de espalda en la zona lumbar es a menudo por fatiga de los músculos paravertebrales y musculatura profunda de la espalda debido a la sobrecarga de entrenamiento (tanto en piscina como en entrenamiento en seco) (18).

Lesiones por sobreuso: Especial referencia al “Hombro del nadador”

Las lesiones por uso excesivo en nadadores se ha reportado como alto (4 lesiones por cada 1000) (3,6,7,8) En un estudio de nadadores en la Universidad de Iowa (entre 2002 y 2007), el hombro y el brazo fueron las áreas más comúnmente lesionadas, seguidos por la espalda y el cuello (7). En el programa de vigilancia de lesiones de la NCAA (8), las lesiones por sobreuso fueron en los hombres de 0,66 por cada 1000 y en las mujeres de 1,04. En los campeonatos del mundo de 2009, se reportaron 171 lesiones (una incidencia de 66 por cada 1000), siendo la parte más afectada en todos los estudios el hombro. (8).

Así pues el dolor musculoesquelético más frecuente entre los nadadores es el hombro (7), por sobreuso y no por dolor agudo. El diagnóstico diferencial del dolor de hombro es extenso (3) (como veremos en la capacitación de entrenador especialista en natación). Una preparación adecuada, que incluya un historial médico completo, una valoración minuciosa global y de zonas concretas como el cuello, hombro, así como de la espalda es fundamental para concretar y definir exactamente la patología de hombro.

Se sabe que una alteración de la biomecánica normal del hombro, especialmente por fatiga de estabilizadores escapulares y del manguito rotador, conduce a una inestabilidad dinámica (6).

Son muchos los factores que contribuyen al denominado “hombro del nadador”: articulación glenohumeral hipermovil, deficiente técnica de natación, microroturas de los ligamentos de la glenohumerales etc… Afortunadamente la mayoría de estas complicaciones pueden ser solventadas con programas de rehabilitación que incidan en la movilidad y flexibilidad del manguito rotador, estabilizadores escapulares, y ejercicios de estabilización lumbopélvica, como podemos observar en el siguiente ejemplo (figura 1).

Figura 1: Calentamiento específico. Articulaciones glenohumeral y acromioclavicular. (Inicio S. Final F). Realizar 2 series de 15 repeticiones. Extraído de Khodaee et al., 2016.


AUTOR

Eduardo Valcarce Merayo

info@eduvalcarce.es

www.eduvalcarce.com

BIBLIOGRAFÍA:

1. Mountjoy M, Junge A, Alonso JM, Clarsen B, Pluim BM, Shrier I, et al. Consensus statement on the methodology of injury and illness surveillance in FINA (aquatic sports). Br J Sports Med. 2016;50(10):590–6.

2. Gustafson M. NBC record ratings prove swimming’s viability. 2012.

3. Hill L, Collins M, Posthumus M. Risk factors for shoulder pain and injury in swimmers: A critical systematic review. Phys Sportsmed. 2015;43(4):412–20.

4. Nichols AW. Medical Care of the Aquatics Athlete. Curr Sports Med Rep. 2015;14(5):389–96.

5. Wanivenhaus F, Fox AJ, Chaudhury S, Rodeo SA. Epidemiology of injuries and prevention strategies in competitive swimmers. Sports Health. 2012;4(3):246–51.

6. Wolf BR, Ebinger AE, Lawler MP, Britton CL. Injury patterns in Division I collegiate swimming. Am J Sports Med. 2009;37(10):2037–42.

7. Jones JH. Swimming overuse injuries. Phys Med Rehabil Clin N Am. 1999;10(1):77–94. vi.

8. Kerr ZY, Baugh CM, Hibberd EE, Snook EM, Hayden R, Dompier TP. Epidemiology of National Collegiate Athletic Association men’s and women’s swimming and diving injuries from 2009/2010 to 2013/2014. Br J Sports Med. 2015;49(7):465–71.

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