INDIVIDUALIZACIÓN DEL ENTRENAMIENTO DE FUERZA EN BASE AL PERFIL F-V

Estudios actuales apoyan que el rendimiento en acciones balísticas (saltos, sprints, cambios de dirección, la zancada de un corredor…) está determinado por la potencia máxima (Pmax) que las piernas pueden generar, y por el perfil individual de la relación fuerza-velocidad (Perfil F-V) (Samozino et al., 2012).

El Perfil F-V nos informa del balance del deportista en cuanto a la fuerza y la velocidad que puede generar. Nos informa si el deportista tiene un Perfil F-V óptimo o, en cambio, tiene un déficit de fuerza o velocidad. Este posible déficit nos lleva a otro término: desequilibrio F-V (FVimb). Centrarnos en aumentar solo la Pmax, sin controlar el FVimb, puede provocar que aunque la Pmax aumente, el rendimiento en salto no lo haga debido a que también aumente el FVimb (Jiménez-Reyes et al., 2017).

En un estudio actual (Jimenez-Reyes et al., 2017) miden los efectos sobre la altura del salto de un periodo de entrenamiento de fuerza de 9 semanas en atletas semi-profesionales (rugby y fútbol) con experiencia en el entrenamiento de fuerza agrupados en grupos experimentales según su Perfil F-V:

Grupo Déficit Fuerza (n=22): atletas que al realizar un Perfil F-V se ha detectado un déficit de fuerza y su entrenamiento se centrará en el aumento de la fuerza máxima (Cargas >80% 1RM).

Grupo Déficit Velocidad (n=18): atletas que al realizar un Perfil F-V se ha detectado un déficit de velocidad y su entrenamiento se centrará en el aumento de la velocidad respecto a cargas bajas (propio peso o inferior al peso corporal).

Grupo Equilibrado (n=6): atletas que al realizar un Perfil F-V se ha detectado un perfil óptimo y su entrenamiento combinará el trabajo de fuerza máxima, el trabajo de velocidad frente a cargas bajas y el trabajo de potencia.

Grupo No Optimizado (n=18): incluye 10 atletas con un déficit de fuerza y 8 con un déficit de velocidad en su Perfil F-V y todos realizan el mismo entrenamiento similar al del grupo equilibrado.

Grupo Control (n=20): estos atletas siguen con su entrenamiento habitual.

En las siguientes imágenes podemos ver el entrenamiento que lleva a cabo cada grupo, ya que dentro de cada grupo se individualiza el entrenamiento según el porcentaje de FVimb encontrado, y los ejercicios y cargas utilizados.

Imagen 1 y 2: Extraído de: Jiménez-Reyes P., Samozino P., Brughelli M. & Morin J.B. (2017).

Tras las 9 semanas de entrenamiento y 2 sesiones/semana de entrenamiento se obtiene que la totalidad de los atletas que entrenaron individualizando su entrenamiento de fuerza en base a su Pérfil F-V mejoraron la altura del salto, mientras que los atletas del Grupo No Optimizado algunos mejoraron, otros no variaron y otros empeoraron; y los atletas del Grupo Control salvo uno que mejoró, la mitad o empeoraron o no variaron su rendimiento.

Estos resultados apoyan las hipótesis iniciales del estudio: (1) El entrenamiento de fuerza individualizado en base al Pérfil F-V es más eficiente en la mejora de la altura del salto, y (2) Este entrenamiento individualizado disminuye el FVimb tras el periodo de entrenamiento.

Aunque son necesarios más estudios, estos datos abren nuevas vías en cuanto a la individualización del entrenamiento de fuerza en deportes con acciones balísticas.

AUTOR

Víctor Valldecabres

BIBLIOGRAFíA:

Jiménez-Reyes P., Samozino P., Brughelli M. & Morin J.B. (2017). Effectiveness of an individualized training based on force-velocity profiling during jumping. Front. Physiol. 7:677.

Samozino P., Rejc E., Di Prampero P.E., Belli A., Morin J.B. (2012). Optimal forcé-velocity profile in ballistic movements-altius: citius or fortius? Med. Sci. Sports Exerc. 44, 313-322.

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