Periodizar mediante HRV


Como hemos visto en anteriores blogs, el HRV (heart rate variavility) se define como la variación de la frecuencia del latido cardiaco durante un intervalo de tiempo definido con anterioridad (Gil-Rodas et al., 2008). La forma más habitual de medición de la VFC es midiendo la variabilidad del tiempo (en milisegundos) entre las ondas R de un electrocardiograma (Gil-Rodas et al., 2008), aunque actualmente muchos modelos de pulsómetros y aplicaciones móvil conectadas a un pulsómetro ya realizan esta medición acercándola al día a día del deportista.

El HRV es el balance de la acción del SNS y el SNP. La variación de ambos parámetros producen un efecto sobre el ritmo cardiaco (Acharya et al., 2006). El dominio de uno de estos dos sistemas sobre el otro hace variar la frecuencia cardiaca y el HRV. Un dominio del SNS hace aumentar la FC y disminuye el HRV, mientras que un dominio del SNP hace disminuir la FC y aumentar el HRV.

Actualmente, la medición de la HRV en el deporte está siendo cada vez más utilizada como predictor de sobre-entrenamiento y análisis de las adaptaciones producidas por el entrenamiento, es decir, si el deportista esta fatigado y necesita disminuir la dosis de entrenamiento o está en buenas condiciones para realizar entrenamientos fatigantes. En el presente Blog nos vamos a centrar en cómo podemos individualizar la carga del entrenamiento en base al HRV, es decir, a partir de los datos del HRV vamos a conocer cada día como de cansado está el deportista y a partir de aquí podemos decidir si realizar una sesión suave o podemos introducir una sesión de una carga alta.

En 2007, Kiviniemi et al. comparan los efectos de un programa de entrenamiento preestablecido (G-TRA, n=8), con un programa individualizado en base al HRV (G-HRV, n=9) y un grupo control (G-CON, n=9), en sujetos hombres sanos y moderadamente en forma (VO2peak = 54+-4, 56+-4 y 54+-5 mlkg-1min-1 respectivamente).

El grupo G-TRA sigue una secuencia de entrenamiento de 1 día de descanso, 1 día baja intensidad, 2 días alta intensidad, 1 día baja intensidad y 2 días alta intensidad. En cambio el grupo G-HRV basan el entrenamiento de cada sujeto en base a la respuesta del HRV por la mañana, es decir, un aumento del HRV (lo miden en base al componente espectral HF, high-frequency, del HRV) sobre los valores de normalidad produce que se realice una sesión de alta intensidad, mientras que una disminución de este componente produce que se realice una sesión de baja intensidad y si esta disminución continúa otro día se realiza un día de descanso. En la siguiente imagen podemos observar la diferencia entre el entrenamiento del G-TRA y un ejemplo del G-HRV.

Las sesiones consistían en 40min al 65% de la FCmax (sesión de baja intensidad) y 5 min al 65% FCmax + 30min al 85% FCmax + 5min al 65% FCmax (sesión de alta intensidad). Tras el periodo de entrenamiento no se observaron diferencias entre grupos respecto al VO2peak, pero sí un mayor aumento de la velocidad máxima alcanzada en un test incremental del G-HRV respecto al G-TRA (0,9+-0,2 Vs 0,5+-0,4 km/h).

En base al mismo modelo que este estudio anterior, en 2016, Vesterinen et al. también comparan los efectos de un entrenamiento preestablecido con un entrenamiento en base a la respuesta diaria del HRV en 40 corredores amaters. Durante 8 semanas el grupo G-TRA realiza una media de 2-3 sesiones/semana a moderada y alta intensidad, combinadas con 4 sesiones de baja intensidad. En cambio, el grupo G-HRV solo realizaba sesiones de moderada y alta intensidad si el HRV aumentaba por encima de los niveles de normalidad.

Tras el periodo de entrenamiento de 8 semanas, el VO2max aumento de forma similar en ambos grupos (3,7+-4,6% G-HRV Vs 5,0+-5,2% G-TRA), mientras que el rendimiento en 3000m mejoró en el G-HRV (2,1+-2,0%) pero no en el G-TRA (1,1 +- 2,7%). Lo que más llama la atención es la diferencia del número de sesiones de moderada y alta intensidad entre ambos grupos a pesar de las diferencias de mejora (17,1+-2,5 sesiones en el G-TRA Vs 13,2+-6,0 sesiones en el G-HRV).

Los resultados de ambos estudios nos abren la puerta a la posibilidad de individualizar la carga de entrenamiento diaria en base a la respuesta diaria del HRV. Como hemos visto en ambos estudios, esta individualización ha permitido que los grupos G-HRV con menos carga de alta intensidad mejoren en mayor medida que los grupos G-TRA. Estos datos muestran como no más azúcar significa más dulce hablando de entrenamiento, si no que la dosis justa individualizada puede que sea la mejor medida y el HRV nos puede ayudar a individualizar esta dosis diaria de entrenamiento.

Bibliografía:

Acharya, U; Joseph, K; Kannathal, N; Lim, C & Suri, J (2006). Heart rate variavility: a review. Med Bio Eng Comput, 44: 1031-1051

Gil-Rodas; Pedret-Carballido, C; Ramos, J & Capdevilla, L (2008). Variabilidad de la frecuencia cardiaca: concepto, medidas y relación con aspectos clínicos (I). Apunts, 25 (123): 41-47

Kiviniemi, A; Hautala, A; Kinnunen, H & Tulppo, M (2007). Endurance training guided individually by daily heart rate variability measurements. Eur J Appl Physiol, 101(6): 743-51

Vesterinen, V, Nummela, A, Heikura, I, Laine, T, Hynynen, E, Botella, J, et al. (2016). Individual endurance training prescription with heart rate variability. Med Sci in Sports Ex,48(7): 1347-54

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